Eduardo Palomo fue sin duda uno de los hombres más guapos de la televisión mexicana. Murió el 6 de noviembre de 2003 en un restaurante de Estados Unidos, frente a varios amigos, mientras convivían en una cena. Tenía 41 años.
A pesar de la tragedia, su legado continúa pues su galanura, su carisma y su talento, lo consolidaron como un gran actor, reconocido a nivel internacional que a la fecha sigue siendo recordado.
El protagonista de Corazón Salvaje, sin duda nos robó el aliento en más de una ocasión, convirtiéndose en el amor platónica de muchas que aún hoy suspiran por él.
Palomo formó una hermosa familia, con la cual cautivó a todos. Se casó con la también artista Carina Ricco, con quien tuvo dos hijos, Fiona y Luca. ¡Ambos son idénticos a él!
Eduardo estudiaba diseño gráfico en la UNAM, se formó como actor y estudió canto, baile y expresión corporal, lo cual le dio sin duda esa imagen mística de artista.
Sus hipnotizantes ojos verdes, su melena alborotada y su voz profunda sin duda hacían palpitar el corazón de sus fans.
El doblaje que hizo en la película animada «Tarzán», de Disney le quedó como anillo al dedo pues el personaje tenía cierta semejanza con él (sin mencionar esa voz que nos derrite)
Pero más allá de su físico, siempre ha sido descrito como un hombre alegre, simpático, amistoso e irónico que siempre jugaba y hacía bromas.
Eduardo siempre fue el protagonista galante y varonil, convirtiéndose en una especie de héroe de la pantalla chica. ¿Quién podría olvidarlo en La Pícara Soñadora, Corazón Salvaje y Ramona?
Por esto y más, Eduardo Palomo será por siempre nuestro amor platónico.
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