Taika Waititi sorprendió con Jojo Rabbit, una arriesgada sátira de la Segunda Guerra Mundial, vista a través de los ojos de un niño, fanático de los nazis.
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Jojo (Roman Griffin Davis) es un niño alemán profundamente cautivado por el nazismo y Hitler (Taika Waititi), quien es su amigo imaginario mientras que su madre Rosie, (Scarlett Johansson) está frustrada con el adoctrinamiento de su hijo hacia el odio que por supuesto intenta cambiar.
La vida de Jojo da un giro de 180 grados cuando descubre que su madre oculta a Elsa (Thomasin McKenzie), una niña judía, en el ático. A partir de ahí, la historia se desarrolla entre risas (que por momentos parece totalmente incorrecto reír) y una que otra lágrima.
Si no has visto la cinta, quizá es un buen momento para detenerte.
La cinta está dotada de cierta simbología que pone a la audiencia pensar. Una de ellas viene tras la pregunta que Jojo le hace a Elsa: «¿Qué es lo primero que harás cuando salgas de aquí?» y ella le responde: «Bailar».
Hay varios momentos previos a este en los que vemos a los personajes bailar y también tienen un gran sentido conforme avanza la trama. En una escena vemos a la madre de Jojo bailando en lo alto por lo que sólo vemos sus pies. Jojo no entiende el afán de su madre por moverse por lo que ésta le dice que «bailar es libertad».
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Al final de la cinta, Elsa cumple su palabra y comienza a bailar. Jojo la sigue y mientras que parece una forma extraña de terminar, en realidad tiene mucho sentido.
La tensión de la guerra se siente en todo momento pero es liberada a través del humor irónico de sus protagonistas. Cuando los alemanes son derrotados, Elsa finalmente puede salir. Asustada al principio, sale y ve que un camión del ejército va ondeando una bandera estadounidense. Se da cuenta de que finalmente es libre. La cámara le hace un acercamiento a Elsa, que comienza a menear los hombros y Jojo hace lo mismo. Ambos se divierten bailando una versión alemana de»Heroes», de David Bowie.
Waititi, que es un judío maorí, está captando una idea profundamente judía: bailar en celebración de la libertad. La historia de Éxodo explica que los israelitas presencian un milagro que les permite cruzar el Mar Rojo para entonces escapar de Egipto hacia su libertad y ¿qué hace Miriam? Ella toma su timbrel y baila. «Entonces Miriam la profetisa, la hermana de Aarón, tomó un timbrel en su mano, y todas las mujeres salieron tras ella bailando con timbales».
Bailar es alegría, es libertad y en el judaísmo es una tradición muy valiosa.
Incluso cuando David vence a Goliat, la Biblia describe que las mujeres de todos los pueblos de Israel salieron cantando y bailando «para saludarlo a él y al rey Saúl». Bailar es una celebración de la victoria en toda la Biblia, es una forma judía de decir: lo hicimos.
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