Para la actriz y conductora Adamari López la vida no ha sido nada fácil sin embargo, su hija Alaïa se ha convertido en uno de los motores principales de su felicidad.
PUBLICIDAD
La puertorriqueña ha demostrado que la maternidad es lo suyo y que sin importar los múltiples compromisos que tenga en su carrera, siempre estará para su hija.
Alaïa es fruto de la relación de Adamari con el bailarín español, Toni Costa. A sus 4 años de edad ya ha conquistado a todos con su belleza y carisma. Aquí algunas de las razones por las que todos amamos a la pequeña Alaïa.
Llegó al mundo en un momento clave para Adamari.
En 2006, la conductora de Un Nuevo Día tuvo que luchar contra un Cáncer inesperado, pues tenía apenas 33 años de edad Además vivió una dolorosa separación con el cantante Luis Fonsi. Aún superada la enfermedad, los médicos aseguraban que Adamari nunca iba a poder ser madre sin embargo, jamás se dio por vencida y marzo de 2016 nació Alaïa, que significa «guerrera, hija de Dios».
Posee un gran carisma y belleza
No hay duda de que la pequeña heredó lo mejor de sus padres. Y mientras que algunos aseguran que es la viva imagen de Adamari por sus ojos verdes y delicadas facciones, otros dicen que tiene toda la chispa y soltura de Toni.
PUBLICIDAD
Es toda una fashionista
La pequeña tiene un gran estilo y suele ser vista con lazos de colores en el cabello, vestidos con estampados de flores, sandalias coquetas y por supuesto, accesorios que le dan un look espectacular.
¡Hace de todo!
Apenas tiene 4 años pero Alaïa ya ha practicado todo tipo de actividades, desde natación, hasta gimnasia y equitación. Sin duda, es una niña muy enérgica y talentosa. No es de extrañarse si tiene a dos padres igual de talentosos que desde bebé la apoyan e impulsan a probar cosas nuevas, a favor de su desarrollo motriz e intelectual.
La tierna relación con sus padres
Como lo más importante para los Costa-López es la convivencia en familia, tanto Adamari como Toni hacen lo posible para tomarse sus vacaciones y salir de la ciudad con su hija. Sin duda la pequeña Alaïa es más que afortunada por tener unos padres como ellos y por poder descubrir el mundo de una manera única. En varias ocasiones, hemos visto a Alaïa jugar y bailar con su papá así como también, ha acompañado a Adamari a los foros de televisión. Sus ocurrencias la convierten en la mejor acompañante y un amuleto de buena suerte para sus padres.