Mujercitas (Little Women), novela escrita por Louisa May Alcott, narra la historia de las hermanas March, sus anhelos, alegrías y miedos durante la infancia y la adolescencia en una época en la que se esperaba que las mujeres cumplieran la función de ser «buenas esposas». Se publicó por primera vez a fines de la década de 1860 casi 150 años después, sigue dando mucho de qué hablar.
PUBLICIDAD
En cine, han existido diversas interpretaciones y ahora, la aclamada directora Greta Gerwig (Lady Bird), apostó por llevar a la pantalla una nueva versión con Saoirse Ronan, Florence Pugh, Emma Watson, Eliza Scanlen, Laura Dern, Meryl Streep y Timothée Chalamet.
Si leíste el libro o viste alguna de las películas, seguramente identificarás estas lecciones de vida que nos dejó Mujercitas.
No te obsesiones con tener a alguien
Mujercitas se adhiere a las normas del siglo XIX, cuando las mujeres vivían para casarse y ser buenas esposas y amas de casa. Sin embargo, la propia autora rompió con los estereotipos al plantear personajes cuya única misión en la vida no era el matrimonio. Incluso ella misma nunca se casó. Mientras que muchas historias de la época plantean la idea de tener a alguien para ser plena, la novela de Alcott pone sobre la mesa el tener metas propias, más allá de lo que espera la sociedad. La hermanas March se centran en su vida familiar y desarrollo personal, en tener amistades reales y buenos hombres. Es así como aprenden a tomar decisiones más sabias. Todas podemos aprender a dejar de preocuparnos demasiado por lo que la sociedad espera de nosotras y enfocarnos en construir una vida más real, sin perder nuestros ideales de vista.
El amor es algo maravilloso y viene de muchas formas
El amor de las March la una por la otra, sus amigos y sus padres son lo más aspirante del libro. Hay una calidez y pureza en su afecto que se basa en el verdadero respeto por los demás, no en un deseo de poseerlos. Aunque se hacen amigos del chico rico de al lado, Laurie, le ofrecen diversión y compañía, sin tener un interés material. Meg tiene algunos admiradores adinerados, pero ella felizmente elige a un esposo pobre porque lo ama por lo que él es. Como resultado, siempre están rodeadas de aquellos que los aman y que aprecian por su autenticidad. El verdadero amor, dado sin esperar ganancias, es la parte más gratificante de la vida.
Dejar ir
Las chicas enfrentaron diversas dificultades. La muerte de su hermana Beth, fue el golpe más duro para todas. Las tres se ven obligadas a crecer y mirar el mundo de manera diferente, cada una por su lado pues no podían vivir aferradas al recuerdo de Beth. Aquí es donde también aprendemos de Laurie, quien siempre estuvo enamorado de Jo. .Sin embargo, tiene que aprender a dejarla ir pues ella le dice que no podría amarlo como lo hace él. Laurie aprende sobre la importancia de dejar ir su amor, para que pueda dejar espacio en su corazón a alguien, o algo, que le devolvería su amor.
El espíritu de independencia
Alcott escribió esta serie en un momento en que se esperaba que las mujeres fueran criadas y pulidas suavemente para ganar la mano de un pretendiente y construir Un hogar y una familia. Ella escribió sobre las mujeres antes de su tiempo, desafiando tales normas y con el objetivo de crear historia. Esto lo hizo, a través del personaje del testarudo Jo, cuyo sueño siempre había sido convertirse en un escritor mundano. Finalmente, Jo deja la comodidad de su pequeño pueblo y su hogar para viajar al país y ganarse la vida. Cuando ella regresa, lo hace con un mundo de
PUBLICIDAD
Siempre cree en tus pasiones
Joe March es quizá el personaje más fuerte y apasionado de la historia. Aunque todas tienen sus puntos de inspiración, Joe estaba muy preocupada por cumplir sus metas, al mismo tiempo que defendió a sus hermanas. Ella no tiene miedo de decir lo que piensa ni tampoco bajar sus estándares por nadie. Por otro lado, también puede ser una mujer explosiva, incapaz de recibir críticas. Aún así, es un personaje que siempre se aferró a sus sueños y a sus ideales, aún que estuvo a punto de perderse en el camino, se reencontró al convertir la adversidad en un motor.
Te recomendamos en video