El 18 de octubre fue el último día que Patricia Maldonado estuvo al aire como panelista de Mucho gusto de Mega. Después vino el estallido social y el matinal dio un giro de sus contenidos, entrevistando políticos y dando tribuna a la gente en la calle. Aunque hace un par de semanas, el espacio volvió a la normalidad, pero sin Maldonado en sus filas.
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Además, su programa de radio Agricultura Sin Límites, también llegó a su fin. Por lo que, desde esa fecha, la cantante había preferido mantenerse en silencio. En este período fuera de la escena pública se dedicó a afinar los detalles de La vieja julia, su nuevo café concert en el que compartirá escena con María Luisa Cordero y Catalina Pulido. El espectáculo, debutará el próximo 17 de enero en el Casino Enjoy de Santiago y tiene fechas vendidas durante todo el verano en diferentes ciudades a lo largo del país.
¿Qué ha pasado con usted desde octubre?
– Haciendo cosas, estoy escribiendo un libro que quiero sacar a más tardar este año, no sé si voy a seguir viviendo en Chile después de él. Mis hijos me dicen `por favor mamá, cuando te mueras antes no´. Yo he sabido ser amiga de la soledad, aprendí a estar un tiempo en silencio. Para mí todo lo que pasó no es ninguna sorpresa, yo lo venía hablando en mis café concert hace tiempo.
¿Cuál cree que es la respuesta para no estar en pantalla?
– Yo creo que es por lo que está ocurriendo, están esperando que las aguas se calmen… Yo jamás he ocupado la pantalla de la TV para hacer un panfleto político, porque encuentro que es una mariconada cuando tú usas una cámara; los matinales no son para eso.
¿Cómo se explica entonces la decisión de no reincorporarla al panel de “Mucho gusto”?
– Yo creo que ellos están pensando en que esto se aliviane un poco, ya buscarán la forma. No tengo porque no estar, no tiene sentido. Si lo pensamos bien, tiene que haber diversidad. Hoy día es mejor ir para un lado y tengo claro que hay mucha gente en la televisión que piensa eso y a mí me provoca un poco de naúseas… Los animadores, panelistas son tan cultos, todos hablan de la Constitución y no han leído ni un párrafo, y todos hablan de los cambios y les importa un comino.
Hasta el día de hoy ¿Tiene fecha de regreso al matinal?
– No. Yo sigo siendo Mega, a mí no me han echado, no hay un motivo para que me echen, no he trasgredido jamás la línea editorial, nunca le he faltado el respeto a ningún ejecutivo ni a un colega.
¿Pero ha conversado con sus jefes sobre la posibilidad?
-Sí, existe toda la disposición. Ellos cuidan a su gente y quieren su tranquilidad.
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Después del estallido social ¿Tuvo ganas de hablar?
– En los primeros días no, porque no era bueno. Mi postura es compartida por mucha gente, pero después sí, aunque volver a un canal para hablar de lo mismo, lo encuentro una lata. Por eso aprovecho mi café concert para hablar de todo. La política la miro para los dos lados: son iguales, tanto izquierda como derecha. Mis pensamientos políticos, aunque me pongas una metralleta en la cabeza, no los voy a cambiar y tengo mis razones. Entonces respeta mis razones.
Pero usted es partidaria de un régimen en el que no se permitía esa libertad de pensamiento.
– Perfecto. Si tú no estás de acuerdo con eso que pasó en esos años, por qué lo aplicas conmigo. Yo no tuve un cargo político. ¿Por qué conmigo, si en esa época había tantos artistas que participaban y algunos más que yo? Que hacían las giras presidenciales, que iban a los cumpleaños… ¿Por qué yo?
Usted estuvo en Londres, en la detención de Augusto Pinochet.
– Yo no puedo entender a la gente que se queda pegada en el pasado. Eso fue parte de una historia, un proceso. Hay muchos que estuvieron en Londres, hubo un ministro actual que estuvo, que acaba de ser sacado. Él estuvo en Londres conmigo y se lavó las manos…
¿Qué análisis hace de los matinales?
– Cuándo se coludieron las farmacias para estafar a la gente pobre, yo no vi a ningún animador de televisión, a ningún diputado, senador o ministro con los suficientes ´huevos¨parado frente a una farmacia con un cartel reclamando; yo lo puse en café concert y la gente se paraba a aplaudir.
Escuché a un humorista que va a Viña diciendo ´quiero donar la mitad de mi sueldo´… ¿Por qué no lo dio antes? Escuché a una animadora diciendo: ´Yo quiero compartir mi sueldo´ y ¿y por qué no lo dio antes? Lo que hacen algunos animadores es populismo barato, yo no voy a repartir mi sueldo, yo sé a quien tengo que ayudar. Que bondadoso repartir el sueldo. Yo, con esto, me he dado cuenta quien es quien en la TV. y hoy en día está claro que es mejor ir para un lado y, eso, a mí me provoca un poco de naúseas. Los animadores, panelistas, son tan cultos, todos hablan de la constitución y no han leído ni un párrafo, hablan de los cambios y les importa un comino.
¿Qué le parece la postura que ha tomado Raquel Argandoña?
– No voy a hablar de eso.
¿Está enojada con Raquel?
– No, no estoy enojada. Ella tomó su camino y yo el mío, cada una con rumbos distintos y es legítimo.
¿Pero siguen en contacto?
Ella tiene mucho trabajo, yo no tengo tanto, pero si estoy muy ocupada.
¿Qué piensa de lo que pasó con Tonka Tomicic y Pérez de Arce?
– Lo encontré una grosería, se perdió la entrevista de la vida. Tenía dos contrincantes buenos, Ominami considerado un tremendo terrorista y Hermógenes Pérez de Arce un tremendo derechista. Yo los dejo pelear a los dos, la pelea era de dos perros grandes, no era para un perrito chico. ¿Quién salió perjudicado? – El perrito chico, primero porque faltó conocimiento e información por parte de ella. Y ya venía de lo de Insulza, que la revolcó. Fue un error que le costó el 80% de lo que había avanzado.
¿Ha pensado en dejar la TV?
– Yo tengo planificado irme el 31 de diciembre de este año. No llegaré a ningún arreglo porque quiero hacer otras cosas, quiero vivir un tiempo fuera. Mi idea es estar seis meses en Chile y seis meses en Miami. Eso lo planifiqué todo el año pasado.