Desde que Kim Kardashian y Kanye West comenzaron a salir en 2012, no han dejado de mostrar su amor ante todos. A pesar de que Kim ama estar frente a los reflectores y Kanye prefiere una vida más privada, la pareja ha encontrado el balance perfecto, convirtiéndose en una de las más estables del espectáculo.
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Juntos han formado una gran familia. Sus cuatro hijos: North, Saint, Chicago y Psalm han sido gran motivo de alegría y unión entre ambos.
Pareciera que ser un Kardashian-West es igual a tenerlo todo sin embargo, la misma Kim ha revelado que no ha sido nada fácil fortalecer su relación con Kanye. En un episodio de KUWTK, la empresaria dijo que muchos no creían que su matrimonio funcionaría y que incluso arruinaría la carrera de West.
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«Quiero decir, todos le dirían: ‘No puedes estar con ella. Ella es una estrella de la realidad. Va a hundir tu carrera'», dijo Kardashian, hablando sobre cómo los enemigos la buscarían en Twitter por «arruinar» la carrera de West . «Él estaba como, ‘Pero la amo. No me importa'».
Pero West estaba perdidamente enamorado de Kim. «Cada vez que estaba cerca de ella o la veía, era una atracción magnética a esta fuerza de energía», dijo West sobre ella. . Luego enumeró siete adjetivos para describir al magnate. «Ella era buena. Pura. Feliz. Amorosa. Valiente. Fuerte.»
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Según cuenta la pareja, las chispas surgieron cuando fueron juntos a un evento de modas en París. Desde entonces, la complicidad entre ambos ha sido única.
Al ser un tipo más reservado, Kanye suele parecer incómodo en varias fotos sin embargo, siempre ha estado dispuesto a acompañar a Kim a sus eventos.
Del mismo modo que ella lo hace con los suyos. Cada domingo, Kanye ofrece una ceremonia con su grupo religioso, en las que Kim participa con gusto.
Además, siempre se dan el tiempo para escapar de la rutina y respirar de todo, lo cual les permite recuperar el balance.
«Kimye», como suelen llamarlos coloquialmente, han callado a todos los que creían que no durarían y que sus diferencias en el estilo de vida serían motivo de una separación. Pero ellos han luchado por mantenerse unidos, siendo sus hijos una prioridad.
A pesar de que en varias ocasiones han sido cuestionados por la forma en la que crían a sus hijos, es claro que ambos han hecho un gran esfuerzo por ellos y que han sabido trabajar en equipo. Sin importar el estilo de vida que lleven, Kim y Kanye han cuidado la integridad y la imagen de sus hijos. Prueba de la vida sana que llevan en familia es lo felices y amorosos que son son los niños y lo mucho que se cuidan entre sí.
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