Kim Kardashian tiene una gran familia formada junto a su esposo Kanye West y sus cuatro hijos North, Saint, Chicago y Psalm.
Pero su camino a la maternidad no ha sido tal fácil como muchos podrían pensar. Kim pudo gestar a sus dos hijos mayores pero tuvo que tener a los dos menores a través de un vientre sustituto por problemas de salud.
La empresaria habla de este tema en un nuevo clip de su línea de fajas y ropa interior Skims, detallando la preeclampsia y la toxemia que sufrió durante sus embarazos, reseñó Yahoo Lifestyle.
Las cirugías de Kim Kardashian luego de su último parto
«Es básicamente cuando los órganos de la madre comienzan a cerrarse», agregó Kim sobre lo que le ocurrió en los partos, «la única forma de deshacerse de eso es dar a luz al bebé».
Explicó que cuando nació North, el parto se adelantó 6 semanas, lo que la llevó a sufrir placenta accreta, cuando la placenta se adhiere a la cubierta muscular del útero y no logra salir después del parto, poniendo en riesgo la vida de la paciente.
Lo mismo le ocurrió cuando nació su segundo hijo Saint, por lo que tuvo que someterse al menos a 5 cirugías para que su cuerpo pudiera recuperarse.
«Después de eso, tuve que realizar cinco operaciones diferentes en un año y medio para reparar el daño que todo eso causó desde adentro (…) Pero en el exterior estaba filmando y haciendo sesiones de fotos y, ya sabes», agregó.
Por todo ese cuadro médico, los doctores le recomendaron no salir embarazada de nuevo porque estaría sometiendo a su cuerpo a un trauma y sufrimiendo mucho peor, poniendo en peligro su vida.
Sin embargo, esto no frenó sus deseos de ser mamá, ya que a través de un vientre sustituto pudo traer al mundo a su hija Chicago de un año y a su bebé Psalm de apenas 7 meses, logrando la familia numerosa que siempre había soñado.