El drama de Netflix «The Crown» ha arrojado luz sobre la trágica pero heroica vida de uno de los miembros de la realeza menos conocidos: la madre del príncipe Felipe, la princesa Alicia de Battenberg, suegra de la reina Isabel.
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La tercera temporada profundiza un poco más en el personaje, que apareció por primera vez en el episodio uno del exitoso programa, posando junto al Príncipe Felipe en las fotos de su boda, vistiendo el hábito de una monja.
Aquí hay algunas cosas que debes saber sobre la difunta suegra de la reina Isabel:
Superando la adversidad
Alice nació en el Castillo de Windsor en 1885. Sorda de nacimiento, aparentemente aprendió a leer los labios en varios idiomas. Después de pasar tiempo en Grecia y Alemania cuando era niña, aprendió alemán con fluidez.
Se casó con la familia real griega diciendo «Sí, quiero» al príncipe Andrés de Grecia el 6 de octubre de 1903, en Darmstadt.
En 1949, fundó la Hermandad Cristiana de Marta y María, una orden de monjas dedicadas al cuidado de los enfermos.
Sangre real
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Incluso antes de casarse con el príncipe Andrew de Grecia, sus credenciales reales estaban bien establecidas. La bisabuela de Alice era la reina Victoria de Gran Bretaña. Esto significa que Philip y la reina Isabel son primos terceros.
Héroe del Holocausto
La princesa Alicia ayudó a salvar a una familia judía del Holocausto al refugiarlos en su palacio de Atenas durante la ocupación nazi de Grecia. Se dice que usó su sordera como una excusa para evitar que la Gestapo registrara su casa, informa el Daily Telegraph.
Paciente de Freud
Según The Psychologist, la publicación de la Sociedad Británica de Psicología, la princesa Alice fue seccionada por su propia familia después de ser diagnosticada con esquizofrenia. En 1930, fue llevada a la fuerza a un sanatorio suizo, donde fue tratada por Sigmund Freud.
Freud «creía que los delirios religiosos de la princesa Alice eran producto de la frustración sexual y recomendó radiografiar sus ovarios para matar su libido», informa The Psychologist.
Alice murió en el Palacio de Buckingham el 5 de diciembre de 1969. Aunque fue enterrada en la cripta real en el Castillo de Windsor, sus restos fueron transferidos, según sus deseos, a la Iglesia Ortodoxa Rusa de Santa María Magdalena en Jerusalén en 1988.
