Ecuador

Conoce la historia de la esposa de Jorge Pinos, arquero del Independiente del Valle

Después del triunfo de los rayados, el futbolista dio a conocer gran parte de su historia antes de convertirse en una figura de este deporte; junto a su esposa con quien lleva algunos años de relación.

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Jorge Pinos, arquero del equipo ecuatoriano, Independiente del Valle, se convirtió en una de las estrellas de la final de la Sudamericana 2019. Junto a su esposa, Carmen Castro ha recorrido gran parte de sus triunfos y experiencias de vida.

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Entre tantas de las anécdotas que Pinos recuerda sobre él y su esposa, el haber trabajado en un circo, ha sido una de las más importantes. En el tiempo que llevan juntos han vivido muchos momentos difíciles, pero también los más grandes y éxitos en la carrera futbolística del ecuatoriano.

Carmen y Jorge Pinos

Dentro de un circo

Carmen Castro, es la esposa del arquero, Jorge Pinos. Ella y su esposo son padres de dos niños. Junto al futbolista, Castro ha vivido gran parte de la trayectoria profesional del arquero ecuatoriano.

Los dos son oriundos de Quevedo. Lugar en donde se inició su relación. La pareja lleva más de 10 años juntos. Como parte de sus anécdotas como esposos está la vez que trabajaron en un circo.

Un centro de diversión llamado ‘Los Pelusas’, en donde Carmen y Jorge tuvieron que trabajar para poder salir adelante. Pinos trabajaba como chofer del circo; y su esposa, pelaba y preparaba mangos con sal, en los entretiempos de cada una de las funciones.

Fue el arquero quien primero empezó a vender los tradicionales mangos; los mismos que al inicio de la venta, no fueron comprados por nadie.

«…tenía el charol en mis manos, gritaba “¡mangos, mangos, mangos!”, nadie me compró nada. Y ni siquiera me hicieron señas para preguntar cuánto valía. Ya cuando me iba a dejar las funditas, una señora me llamó y me compró uno. Así fue la primera vez. Luego sí vendía. Dijo Pinos, para una entrevista para ‘Hinchas amarillos’. 

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Carmen y Jorge Pinos

Para el mismo medio, el arquero aseguró que los mangos que la pareja vendía, no eran de ellos si no, del dueño del circo. Y esto los ayudaba, aunque con mucha dificultad,  a poder ‘ganarse la vida’ día a día.

«Mi señora los pelaba y colocaba en las funditas y yo los vendía». 

Carmen Castro

El tiempo en el circo y fuera de él

Durante cinco meses, la pareja tuvo que sobrevivir con el sustento que le proporcionaba el circo. Junto a los miembros del circo Carmen y su esposo conocieron gran parte del Ecuador. Todos los fines de semana viajaban en compañía de sus compañeros de trabajo, llevando diversión para grandes y pequeños.

Pero esta fue la única vez que tuvieron que trabajar de esta forma. Después de un tiempo, Carmen y su esposo también tuvieron que trabajar como encargados de un bar, en la misma escuela en la que solía estudiar su hijo mayor.

De lunes a jueves, la pareja preparaba y vendía comida, para poder pagar sus gastos y los del pequeño Isaías Pinos.

Carmen y Jorge

A pesar de todas las veces que Jorge Pinos tuvo que verse alejado de las canchas e incluso del país, nada ha podido separarlo de Carmen Castro. Hace poco, se convirtieron en papás por segunda vez, casi siete años, de haber tenido a su primer hijo.

Por ahora, Carmen y Jorge disfrutan de los triunfos del arquero, en el Independiente del Valle, y no han planificado aún tener más hijos.

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