Somos muchos los que disfrutamos una buena taza de café en la mañana. Recientemente se comprobó que basta una sola mirada a tu taza para conseguir un efecto estimulante en tu mente.
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Fueron los científicos de la Universidad de Monash en Melbourne (Australia) quienes dieron esa explicación para la última edición de la revista Consciousness and Cognition.
«Probablemente, la asociación entre ‘café’ y ‘excitación’ es tan fuerte, que puede producir cambios cognitivos aun cuando no haya ingestión fisiológica de la cafeína», señalaron los científicos.
Sus aseveraciones se basan en el efecto primado o ‘priming’. Esto se refiere a la exposición de señales sutiles que afectan nuestros pensamientos y hasta comportamientos.

Para la investigación los voluntarios se les impulsó a recordar la sensación del café. La simple remembranza activaba sus niveles de activación fisiológica, y hasta su ritmo cardíaco.
Asimismo, se estímulo preparando distintos cafés enfrente de ellos; esto tuvo una diferente reacción en cada uno de ellos. Esto, por supuesto, está directamente relacionado con tu gusto por esta sustancia.
Si eres alguien que no tiene gusto por dicha bebida, no habrá este efecto. Los cambios neurológicos apelan completamente al recuerdo y el gusto de quienes hicieron el experimento.