Elisabeth Shue desea que no nos importen los superhéroes, una postura irónica que tomar, reconoce, en medio de la promoción de la sátira de superhéroes de tono negro de Amazon, «The Boys».
Pero Shue, una graduada de Harvard, piensa que «The Boys» es algo diferente. La serie está ambientada en un mundo donde los superhéroes han sido masivamente mercantilizados, lucrativos acuerdos de mercadotecnia y mercadeo los distraen de sus hechos reales, buenos y (más a menudo) muy malos.
«He tenido tanto resentimiento en el pasado de nuestra cultura que se preocupa demasiado por los superhéroes», dice Shue, de 55 años, en una entrevista con el Boston Globe. «Pero el espectáculo se ve de frente. Pregunta: «¿Por qué estamos cediendo nuestra cultura a este héroe mítico?».
La actriz veterana, mejor conocida por sus papeles en películas como «Leaving Las Vegas» (1995) y «Adventures in Babysitting» (1987), recuerda su incertidumbre sobre el hecho de interpretar el papel de la despiadada Madelyn Stillwell, una relación pública para The Seven, un alto consejo de superhéroes que han sido totalmente corrompidos por su fama y poder.
«Me interesaba por qué pensaban en mí para esa parte, porque no he jugado mucho en mi pasado», dice Shue.
«Ella no era solo esta figura corporativa», explica Shue. «Al instante me sentí atraída por lo complicada que es su relación, la lucha de poder entre ellos, la necesidad, la inseguridad que provocan entre sí, la lujuria por el poder que ambos comparten».
Ver a una mujer al comando de una serie compuesta en su mayoría por un reparto masculino, es una brisa de aire fresco. «The Boys» está dando mucho de qué hablar y debemos verla.