Keanu Reeves es mundialmente conocido por su personaje dentro de la saga John Wick; sin embargo, lo que pocos saben, es que el actor tiene más en común con el famoso asesino, ya que su vida personal lejos del glamour de Hollywood ha estado marcada por la tragedia y el duelo.
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La imagen melancólica de Keanu Reeves lo ha convertido en uno de los artistas más amados, ya que a pesar de contar con miles de películas exitosas en su carrera profesional y ser uno de los actores mejor pagados de la industria cinematográfica, siempre ha mostrado una sencillez única, sin embargo detrás de sus gestos amables y su actitud pacifista se esconde un gran dolor debido a la pérdida del amor de su vida.
En 1998, Keanu conoció a Jennifer Syme, la asistente del director David Lynch, durante una fiesta, ambos se enamoraron y comenzaron una relación, un año después se preparaban para dar la bienvenida a su primera hija quien llevaría el nombre de Ava, desafortunadamente Jennifer sufrió un aborto a los ocho meses de embarazo y el dolor por su pérdida terminó separándolos.
18 meses después de terminar su relación con Keanu, Jennifer se dirigía a una fiesta en la casa de su amigo, el cantante Marilyn Manson cuando perdió el control del vehículo en el que viajaba, chocó con tres autos estacionados y salió proyectada del asiento del conductor, por lo que falleció a la edad de 28 años.
En 2006 Keanu habló del gran dolor que había sentido por la muerte de Syme en una entrevista para Parade, en la que dijo:
«El luto cambia de forma, pero nunca termina… Las personas tienen la idea errónea que puedes lidiar con eso y superarlo, pero no es así. Cuando las personas que amas se van, te quedas solo.»
El actor también reveló que debido a esta experiencia es que decidió alejarse de las relaciones serias y decidió nunca intentar tener hijos de nuevo.
