Oscuro, sombrío, vanidoso, caprichoso y adicto a las locuras, así es el conocido Tony Stark, que le da vida a Iron Man en la saga Avengers: Endgame (Los Vengadores), y cuyo personaje es interpretado por Robert Downey Jr. Las características del personaje no están muy alejados de la vida real del propio actor quien vivió una “tormentosa” relación con la actriz Sarah Jessica Parker, hace más de dos décadas.
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Antes de que su actual esposa Susan y el papel de Iron Man se cruzaran en su camino, marcando el inicio de su etapa de mayor estabilidad a nivel personal, Robert Downey Jr. luchó durante años contra una grave adicción a las “drogas” y el “alcohol” que muchos llegaron a pensar que acabaría con su vida.
Su novia durante gran parte de aquella “oscura etapa”, fue la actriz Sarah Jessica Parker, conocido por su participación en la serie Sex and de City. Recientemente, ella aseguró que su vida al lado de Robert Downey Jr. no fue una cuento “color de rosas”, sino un novela de “terror” que casi la lleva a la locura.
Aseguró Sarah Jessica Parker que fue la incapacidad y falta de voluntad de Robert para renunciar al consumo de drogas lo que la llevó finalmente a concluir su historia juntos en 1991.
“Yo había aprendido a cuidar de mí misma. Pero, no pude cuidar a Robert y reuní el coraje para decidir marcharme. Solo pude rezar para que no muriera de una sobredosis”, recordó la protagonista de Sexo en Nueva York.
Sarah Jessica Parker y Robert Downey Jr. se conocieron y enamoraron en el set del filme Firstborn en 1984 como durante los primeros momentos de su romance. “Yo no era con consciente de los problemas que él tenía. Cuando lo conocí a fondo me di cuenta que su vida estaba en peligro y la mía también. No se dejaba ayudar y eso me dio mucho miedo”, explicó la actriz.
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“Su corazón siempre latía rápido. Cuando se metía en la cama yo le decía era que no era bueno que hiciera tantas flexiones antes de meterse en la cama. Era muy ingenua, no sabía que estaba drogado”, relató.
Años después, Sarah Jessica volvió a encontrar el amor junto a su ahora marido, Matthew Broderick, con quien se casó en 1997 y con quien forma -junto a sus tres hijos en común- una de las familias más idílicas de la industria.