Los duques de Sussex, Meghan Markle y el príncipe Harry, están a punto de tener a su primer bebé y aprovecharon los días previos a convertirse en padres para disfrutar de una ‘babymoon’.
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Meghan y Harry se tomaron tres días de vacaciones en el lujoso Four Seasons Hotel Hampshire, situado en una antigua mansión giorgiana.
Este hotel cinco estrellas se encuentra cerca de Windsor, y los futuros padres de hospedaron en la habitación más lujosa del lugar, gastando más de 40.000 dólares, según reveló el Daily Mail.
Meghan Markle y el príncipe Harry prefirieron cenar en su habitación, que contaba con un comedor privado y una terraza con una hermosa vista del paisaje rural de Inglaterra, para mantenerse en un ambiente muy íntimo.
“A Meghan solo le faltan dos semanas para dar a luz, así que Harry quería consentirla”, indicó un amigo de los futuros padres al diario The Sun.
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Los duques de Cambridge, Kate Middleton y el príncipe William también disfrutaron de una ‘babymoon’ en el 2013, cuando esperaban al príncipe George, y se fueron de vacaciones a la isla de Mustique.
La segunda vez que se convirtieron en padres decidieron pasar algunos días en el castillo de Balmoral.
Sin duda es casi una tradición en la realeza para que la pareja real se relaje antes de convertirse en padres.