El divorcio nunca ha sido una opción para la reina Isabel II, a pesar de que su esposo, el Duque de Edimburgo, le haya sido infiel en diferentes oportunidades a lo largo de su matrimonio.
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La posibilidad de generar un escándalo mayúsculo con una separación nunca la contempló, en cambio prefirió soportar con gran indiferencia las infidelidades de su marido antes que generar una crisis en el Reino Unido y su iglesia.
Aquí te decimos 4 de esas infidelidades que la reina perdonó:
La actriz Pat Kirkwood
Su romance con el el esposo Isabel II llegó a la prensa de aquella época, lo que enfureció al rey George VI, su suegro.
Pat era una actriz muy recurrente en los cabarets donde interpretaba papeles algo atrevidos. Fue durante una de sus presentaciones en el London Hippodrome cuando un amigo de Felipe los presentó en su camerino.
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Según la crónica social de aquella época, Pat y Felipe cenaron y desayunaron juntos, lo cual fue todo un escándalo. Sin embargo ellos siempre lo negaron.
La empresaria Hèléne Cordet
Hèléne también provenía de una familia noble de Francia. La relación con esta francesa siempre fue muy diferente al de sus otras amantes.
Felipe se desvivió por ella, siempre la apoyó en su carrera como actriz e incluso la ayudó abrir un cabaret.
Pero lo más sospechoso de esta relación es que la convivencia era tan cercana que el día de su boda fue Felipe quien la llevó al altar y también ejerció de padrino de los dos hijos de la actriz, Louis y Max, quienes estudiaron en el mismo colegio que los hijos del Duque de Edimburgo, Carlos y Eduardo.
La prima política Alexandra de Kent
Felipe de Edimburgo siempre llegó muy lejos en cuanto sus infidelidades, sin importarle absolutamente nada más que su deseo de divertirse.
La princesa Alexandra de Kent es nada más y nada menos que la prima-hemana de Isabel II, 11 años menor que la soberana y dama de honor de la Reina en su boda con el Duque de Edimburgo.
Su gran amor Lady Penny Brabourne
El Daily Mail aseguró que el buen semblante y la salud de hierro de Felipe de Edimburgo se le debe a Lady Penny.
Felipe y Lady Jenny se conocieron en un partido de polo donde participaba el Duque de Edimburgo entonces de 55 años y ella de 22.
Poco tiempo después Lady Penny se casó con Lord Brabournem, ahijado del esposo de Felipe, pero como Lord también era gran aficionado a las faldas, el matrimonio no prosperó.
Fue cuando la relación entre Felipe y Lady Penny fue afianzándose al punto de convertirse en amantes.