En medio de la gira promocional de su nuevo disco Brava, Lali Espósito (27) llega hasta una de las salas del Hotel Sheraton en donde participa de una distendida conversación. Inmediatamente deslumbra con un atuendo de color rosa que combinó con un maquillaje que resalta cada uno de sus rasgos. Los mismos que hemos visto en más de una década de trayectoria en la música y la televisión.
“En realidad, mis primeros años de carrera fueron como de juego. Tardé como cuatro años en darme cuenta que estaba trabajando”, recuerda entre risas la argentina, quien debutó en pantalla a los diez años, con un papel secundario en la telenovela infantil Rincón de luz (2003). “Era como ir a jugar para mí. Estás todo el tiempo pensando que así como tu hermano va a jugar fútbol después del colegio, tú vas a actuar”, explica.
Quince años más tarde, su historia no es muy diferente. El pasado trece de septiembre se estrenó en los cines argentinos el thriller de crimen Acusada, cinta dirigida por Gonzalo Tobal y en el que la cantante tuvo su cuarto rol protagónico en la pantalla grande. Sin duda, un año de éxitos del que ya comienza a saborear los resultados.
¿Sientes que estás en tu mejor momento?
Siempre parece que uno está en el mejor momento. Año a año me dicen “¡estás en tu mejor momento!”. Yo soy ambiciosa, siempre quiero ir por más. Siento que siempre estoy en un buen momento, que todo lo que pasa es lo que tiene que suceder y estoy atenta a vivirlo, a disfrutarlo y a pensar en cómo seguir adelante.
¿Eres muy autoexigente?
Siempre estoy tratando de pensar en mis proyectos como si los viera de afuera. Pienso en cómo hacer que crezcan, cómo mejorar mis canciones. Creo que es una cuestión cíclica. Hay momentos creativos, y momentos de disfrute de los resultados. Ahora estoy en el disfrute del resultado, sacando el disco y todo eso.
UN POQUITO BRAVA
Durante la conversación, Lali Espósito se muestra entusiasmada sobre su tercer álbum. “Hay algo en el sonido que se siente diferente. Obviamente, es un disco pop, pero hay mucha influencia de toda la música latina”, cuenta.
Es muy distinto del electropop al que estábamos acostumbrados a escucharla. “Creo que, naturalmente, uno quiere evolucionar el sonido. Empiezas a hacer tus propias canciones y te das cuenta que estás repitiendo un poco con respecto al disco anterior. Entonces quería ir por otros sonidos”, agrega.
¿Por qué escogiste ese nombre?
Es una cuestión conceptual. Esta cosa de mostrar un poco la cultura de Argentina que en algún punto es una fusión como europea y con toda nuestra historia latinoamericana. Pero Brava no viene en ninguna canción, no hay ninguna canción que se llame así ni digo la palabra en ningún tema.
¿Qué tienes de “Brava”?
Soy un poquito brava (risas). No, Brava está pensado desde un lugar cool, no es brava de mala, sino de poder decir lo que uno quiere, dar tu opinión, sentirte libre de hacerlo, de mostrarte como quieres y ponerte lo que quieras. Es como esta cosa de imponerse, estar al frente… Tiene como toda esa energía.
¿Te sientes más libre?
Siempre fui muy libre. Mis dos discos anteriores son súper yo. El género musical que yo hago es muy variado y generoso en cuanto a versatilidad. Puedes hacer una balada, rock, música más bien urbana e igual hay miles de detalles que no te sacan de tu estilo y puedes jugar. Este disco tiene mucho de eso.
¿Has pensado en colaborar con artistas chilenos?
A mí me gusta mucho Mon Laferte. El otro día justamente hablábamos de eso. Ella estuvo en Buenos Aires y hablábamos de las raíces y que, pese a que uno salga de su casa a buscar su destino, uno es eso y no importa qué pase en el medio.
BOOM FEMENINO
Durante los últimos años, la música latinoamericana ha logrado un gran reconocimiento a nivel internacional, pero son las mujeres quienes se han convertido en la mayor revelación alcanzando el éxito en una industria mayormente dominada por hombres. “Siento es que es como consecuente con el mundo y lo que está pasando. Es consecuente con todo este movimiento que en algunos lugares está más desarrollado que en otros”, reflexiona.
Desde tu posición, ¿cómo ves este auge de artistas femeninas?
Anitta y Natti Natasha ¡son una locura! La están rompiendo. Me parece que el arte siempre refleja lo que pasa en las sociedades y son tendencias. Creo que estamos en un momento muy fuerte. Se está demostrando esta fuerza particular femenina que ya es irreversible. Esto va hacia adelante.
¿Tienen más autonomía?
Lo que sucede es que, antes, el que podía sentirse más libre en las letras, en la música urbana, eran los hombres. Ahora las chicas están más fuertes en la música urbana y están demostrando que no, que pueden hablar de los mismos u otros temas, pero con total libertad.
¿En algún momento te sentiste encasillada en el estereotipo “sexy” de las artistas pop?
Cuando empecé, la música que hacía me proponía una cosa súper sexy, súper pop. El juego de los vestuarios y todo lo que tiene la música que hago me permitía ir a ese lugar.
¿Crees que ha cambiado esa idea?
Sí, también cambió el “qué es sexy”. Me parece que ya no existe tanto el estereotipo y, si existe, está como demodé. La gente prefiere la empatía antes que ver lo perfecto, lo que nos dicen que es perfecto. Como que quedó atrás el estereotipo parece, pero te diría que en todos los ámbitos. Creo que hasta escapa de la música. Ya no es lo que importa, ya no es la principal característica de un artista.