El príncipe Harry es uno de los miembros de la realeza británica más tierno y sensible. Sus actos hacen pensar a más de uno que es la viva imagen de su recordada madre, la princesa Diana de Gales.
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En noviembre de 2016 Harry trabajó con la organización Nevis Turtle Group en la Isla Nieve (Nevis en inglés). Allí, él ayudó a cinco tortugas cuando quedaron relegadas y sin poder llegar al mar.
Sin pensarlo, Harry las tomó entre sus manos y las ayudó a seguir su camino.
Con extrema delicadeza, y luego de crear “nidos” en la arena, Harry dejó ir a las tortugas dándoles ánimo y diciendo “vamos, vamos, vamos… ¡en esa dirección!”, entre risas y mientras se divertía.
La actividad se llevó a cabo en la playa de “los amantes” y Harry -para entonces soltero-fue en representación de la Reina Isabel, rol que adquirió en su recorrido por las distintas islas del Caribe.
Para muchos Harry y su esposa Meghan Markle son la pareja perfecta por su amor por los animales. La duquesa de Sussex le fascinan los perros.
Meghan es una entusiasta activista de los derechos de los animales y no le gusta la caza de ninguna forma. Harry, por ella, ha roto ya varias tradiciones reales como la caza de zorros, que tanto le encanta a su padre Carlos.