En menos de 15 años, el exceso de cirugías plásticas puede cambiar radicalmente la imagen de una persona. En los famosos se evidencia más si el cambio es notable y hasta desastroso.
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Donatella Versace, la conocida diseñadora de moda y quien lleva la tutela del imperio que le dejó su hermano Gianni Versace.
Su éxito y renombre hicieron que Donatella quiera verse cada vez mejor, pero las cosas no le salieron a la perfección por el abuso desmedido de las cirugías estéticas que la hacen irreconocible a su imagen de hace una década atrás.
Cambios radicales
Con el paso de los años, su rostro empezó a cambiar radicalmente y es que la diseñadora se obsesionó con las cirugías plásticas y, desde entonces, ya no pudo parar. Actualmente, lleva múltiples estiramientos faciales, colágeno en toda la cara, rinoplastia e implantes de busto.
Antes del fallecimiento de su hermano, Donatella lucía una piel saludable, sus labios eran más finos y alineados y sus ojos irradiaban seguridad.
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Pero, a principios de 2005, apareció una Donatella con un rostro sobrecargado de botox, en especial en sus cejas, mejillas y labios. El exceso de sol también acabó con la frescura de su piel.
Maltrato en el rostro
Después del 2015, el maltrato en su rostro se hizo más evidente. En la pasarela Fashion Week de Milán que recientemente se celebró, su rostro lucía cansado y con arrugas.
La diseñadora ahora tiene 62 años y a pesar del botox, su piel no luce como desearía. Además, luce muy delgada.
A pesar de todo y las malas decisiones, Donatella ha demostrado tener el talento suficiente para sacar adelante la casa de moda Versace que sin duda alguna es bastante reconocida en la actualidad. Como prueba de ello, la diseñadora comparte constantemente, en su cuenta de Instagram fotografías con diferentes celebridades quienes admiran su trabajo.