Espectáculos

Gonzalo Valenzuela: “Hoy hay un cambio de conciencia, y me parece genial”

A sus 40 años, el actor Gonzalo Valenzuela mostró su postura frente a la ola de denuncias que remecen al mundo de la televisión

Han pasado sólo unas semanas desde que terminaron las grabaciones de Si yo fuera rico, pero Gonzalo Valenzuela (40) ya recuerda con cariño al personaje que interpretó en la exitosa teleserie vespertina de Mega.

Un rol con cualidades únicas, lleno de limitaciones y cuyo desafío más grande estuvo en buscar, dentro de sí mismo, la espontaneidad, la verdad y pureza. “Fue una muy buena experiencia, lo pasé muy bien haciendo este personaje”, comenta cuando comenzamos la entrevista.

Sin duda, un aprendizaje más para el actor que no esconde su pasión por el teatro. “El teatro es como el nacimiento de todo”, siente. Esa misma certeza lo condujo a estudiar actuación y forjar, en primera instancia, su carrera sobre las tablas, y que lo impulsó a abrir, junto con su amigo Benjamín Vicuña, el Centro Cultural Mori hace trece años.

Por estos días, Gonzalo Valenzuela goza de plena libertad, y el tiempo fuera de pantalla lo aprovechará junto a sus hijos Silvestre (10) y Alí (6), quienes residen en Argentina con su madre, la también actriz Juana Viale.

Es que con una agenda llena de proyectos, la paternidad puede volverse todo un desafío, especialmente, cuando prima la distancia. “Ahora me voy a Buenos Aires y me instalo tres o cuatro meses allá. Igual tengo una doble militancia entre ambos países”, confiesa.

¿Cómo logras balancear tus tiempos para cumplir con tu rol de padre?

Tengo un sistema con Mega, para poder estar siempre en Buenos Aires una semana al mes. Pero siempre que puedo me los traigo y, mientras no estoy grabando teleseries acá, me instalo en Buenos Aires.

¿Qué es lo que más te gusta de ser papá?

Ser papá es lo más lindo que hay. Creo que uno descubre otro amor. Es una investigación, ensayo y error, equivocarse y aprender todo el tiempo. Pero lejos, lo que más me gusta de ser papá, son ellos. Son la raja. Tengo dos hermosas criaturas. Soy un afortunado.

¿Tienes planes de irte de Chile?

Lo he pensado, no lo sé. Uno por suerte tiene la capacidad de ir cambiando, de ir entendiendo y modificando ciertos pensamientos. Sí, la opción de estar allá siempre está. Me gustaría estar más cerca, pero también acá tengo un lugar que me fascina, que es mi familia, mis negocios, el Club Ringo, que es como un hijo, el Mori, mi vida.

Pero es una opción…

Creo que no quiero dejar ni esto, ni tampoco quiero dejar lo otro, entonces me acomoda de alguna manera tener esta doble militancia. Mientras pueda seguir dividiéndolo así, está bien porque estoy súper presente en ambos lados. Igual irme para allá siempre ha sido una opción, pero también depende de la vida profesional.

¿Te gustaría tener más hijos?

No lo sé, ahí veré. Son cosas muy privadas que no me gusta conversar mucho.

Amor al teatro

Hoy, a punto de abrir una sexta sala del  Teatro Mori, se divide entre su paternidad y la compatibilización de proyectos profesionales y exitosos emprendimientos, en los cuales confía plenamente.

¿A qué atribuyes el éxito del Teatro Mori?

Son varias cosas juntas. Cuando quisimos empezar con el Mori fue porque notamos una carencia para nosotros. Siempre pensamos que era necesario crear más espacios para el teatro. Lo otro es que, si uno da un buen servicio, las cosas siguen. Ahora, ha sido puro ensayo y error. De todas formas, me siento muy orgulloso porque creo que, en este momento, somos el centro cultural más importante de teatro en Chile.

¿Qué proyectos visualizan?

Con los años, uno siempre va poniéndose metas y objetivos, y va aprendiendo sobre la marcha. Ahora el camino es empezar a producir teatro. Ese es un objetivo muy bonito que tenemos muchas ganas de cumplir. Al igual que abrir una nueva sala y que sigan apareciendo espacios.

No sólo ahondas en el teatro, sino que abriste un club de boxeo. ¿Cómo surgió esta idea?

Es un chiche maravilloso. Club Ringo nació por locura…

¿Cómo así?

Hace un par de años estaba viviendo en Buenos Aires, y allá hice una serie en la que interpretaba a un boxeador. Entonces, me metí en ese mundo y me gustó mucho. Me vine a vivir acá impregnado con el box y no tenía con quién entrenar mucho, entonces abrí mi casa, de ocho a nueve de la mañana, los martes y los jueves, para entrenar con mis amigos. En un minuto miré esto y dije: “No lo puedo creer. Yo creo que esto hay que abrirlo”.

¿Qué te parecen sus resultados?

Llevamos dos años y ha andado súper bien. La gente se motiva y está contenta. Creo que este país ha cambiado mucho respecto a lo necesario que es hacer deporte, dejar de fumar y de cuidarse un poco.

Ola de denuncias

Durante el último tiempo, la industria televisiva se ha visto afectada por una serie de denuncias de acoso y abuso sexual, que han salido a la luz gracias a los testimonios de las personas afectadas. En uno de los últimos  que fue filtrado por la prensa y que vincula al actor Ramón Llao –en un presunto caso de abuso sexual infantil que está siendo investigado por la fiscalía– Gonzalo Valenzuela asegura que, antes de opinar, primero se debe investigar.

¿Cuál es tu postura frente a este asunto?

Le hicieron una denuncia muy peligrosa, muy fuerte. No puede ser que un diario publique algo así mientras se está siendo investigado. El diario La Tercera no puede darse el lujo de tirar una cosa así. Que es diferente a los casos de Herval u otros, que tal vez van a empezar a ser investigados. Dejemos que determine el fiscal. Yo no estoy defendiendo a nadie, solamente estoy pidiendo un poquito de empatía.

¿Qué opinas sobre los casos de acoso y abuso que han surgido en Chile?

Me parece que hay que tener mucho cuidado con las opiniones. Son cosas que tienen que ser tratadas en un lugar tan serio como lo que se está proponiendo, que no es en las redes sociales. Los casos tienen que ser investigados y tiene que existir una resolución para que después se puede hablar. Hacerlo durante la investigación, me parece muy dañino, peligroso e irresponsable.

¿Te ha tocado vivir alguna situación incómoda?

Gracias a Dios, no me ha tocado nunca vivir situaciones de abuso de poder. Nunca me he sentido incómodo en mi trabajo. Nunca me ha pasado, por suerte. Pero hoy hay un cambio de conciencia, y me parece genial. Es lo que tiene que pasar.

Créditos ropa: Beatle y jeans, Tienda Snog.

Zapatos, Bata.

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