La princesa Diana llegó a la familia real para darle su toque y demostrar que es más divertido vivir sin tantos protocolos. Desde un principio, dejó claro que era una mujer dispuesta a dar un giro total a las reglas de la realeza.
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El 23 de diciembre de 1985 en el Grand Tier del Royal Opera House, sentada al lado de su esposo el príncipe Carlos, Lady Di no paraba de mover sus pies.
Moría por bailar y ya faltaba muy poco para que terminara la fiesta de navidad de la fundación de la Royal Opera House.
Después de algunos ajustes, todas las luces, excepto una, se apagaron. La silueta de dos figuras de un hombre y una mujer, aparecieron en el centro del Teatro. Él, la tomó por la cintura y la música comenzó.
Con un vestido blanco, Diana de Gales junto a su compañero Wayne Sleep, danzaron al ritmo de ‘Uptown Girl’ (de 1983), la canción elegida por la princesa Diana.
Sonriente, más enérgica que nunca y pasando la pierna por encima de Wayne, la princesa dejó sin palabras a todos miembros de la realeza.
La canción decía «Ella se está cansando de sus juguetes de alta clase».
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Esta fue la manera de la princesa de gritarle a la monarquía que ya estaba cansada de sus estrictos protocolos.
Este tema musical y el baile no cayeron nada bien a la realeza británica. Ese día la princesa Diana rompió el protocolo pues además de bailar este polémico tema, lo hizo con un hombre que no era su esposo; un acto totalmente impactante para la monarquía británica.
