Pertenecer a la familia real es un trabajo donde se deben cumplir muchas normas. Meghan y Harry se han hecho muy populares por ser una pareja poco convencional, pero William y Kate también fueron irreverentes cuando se casaron en 2011.
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Según Express William y Kate también rompieron una tradicional regla el día de su boda. Los recién casados pasaron su noche de boda en el Palacio de Buckingham.
Este hecho puede parecer poca cosa pero el protocolo real indica que los recién casados deben partir a su luna de miel el mismo día de su boda.
Los duques de Cambridge tuvieron una buena razón para romper la tradición. William debía trabajar justo después de su boda.
Al momento de contraer nupcias, el primero en linea al trono inglés trabajaba como piloto de búsqueda y rescate, lo que le impedía irse a su luna de miel.
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Diez días despues de la ceremonia William y Kate partieron a su esperada luna de miel a una isla privada en Seychelles.
Este detalle muestra que la irreverencia corre por las venas de los hijos del príncipe Carlos y la recordada Diana de Gales, cada uno se atreve a romper las reglas a su manera.