A principio de los 90s, la polémica Gloria Trevi se convirtió en un hito de la música al presentar una imagen rebelde y desaliñada, que promovía el girl power, la crítica social y hasta la libertad sexual.
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«La Trevi» se convirtió en una mujer que revolucionó la música pop femenina pero su relación con el cazatalentos Sergio Andrade se convirtió en una pesadilla que la acompañaría hasta el día de hoy.
Gloria conoció a Andrade cuando ella apenas tenía 16 años y él le doblaba la edad. “Lo amé o sea, yo sí te voy a decir la verdad, sí fui estúpida, y fui lo que tú quieras. Sí me enamoré”, apuntó.
La relación de Andrade y Trevi iba más allá de lo profesional pues mantuvieron un romance cuando ella era adolescente. Para octubre de 1999, Gloria había dado a luz en Brasil a una niña de nombre Ana Dalai, poco antes de ser acusada por abuso de menores. Fue entonces cuando salió a la luz la existencia del llamado Clan Trevi-Andrade, donde se reclutaba a jovencitas para ser explotadas personal y sexualmente por Sergio Andrade, siendo Gloria su cómplice.
La muerte de Ana Dalai fue repentina y misteriosa. Las versiones son tan diferentes como escalofriantes: se dijo que Katia, una de las niñas que estaban con Sergio, había asfixiado a la bebé, pero también se dijo que fue la propia cantante la que la mató; que había cortado su cuerpo para meterlo en una bolsa y deshacerse de ella. También se dijo que fue Sergio quien se deshizo de ella.
La artista mexicana contó que ese día estaba en el apartamento que Andrade compartía en Río de Janeiro con siete chicas, cuando la también mexicana Katia de la Cuesta entró a una recámara donde encontró muerta a la menor.
