La cantante Miley Cyrus dejó sus años más excéntricos para convertirse en una chica más recatada y dedicada a música más emocional con románticas letras. Pero antes de hacerse famosa por sacar la lengua o hacer twerking en cada evento público, Miley se convirtió en una promesa con la serie de Disney Channel, Hannah Montana.
Miley tenía 11 años de edad cuando fue elegida para ser la protagonista de la historia de una chica normal que se disfraza de una famosa cantante. Por supuesto, en la vida real la llevó a la verdadera fama, que la llevó a vivir experiencias que muy pocas niñas de su edad tenían.
«Cuando tenía 13 años, seguía filmando Hannah Montana, así que estaba trabajando», explicó Cyrus en una entrevista con The Voice USA, concurso televisivo de canto. «Sé que Adam Levine y todos los demás jueces tendrán estas historias de, ‘Oh, yo estaba en la escuela, yo estaba con mis amigos…bueno pues yo estaba trabajando. »
Lo cierto es que Miley Cyrus creció justo delante de nuestros ojos. Pero mientras que el papel le dio una oportunidad de ensueño para las niñas que crecimos con ella, Miley tuvo que hacer muchos sacrificios de su infancia por lo que admitió que no todo fue risas y juegos. “No estaba consciente de la presión a la que estaba sometida y cómo me afectó hasta hoy”.
Miley parece estar algo arrepentida por no tener experiencias de una infancia y admitió que, aunque compartía créditos con su papá, Billy Ray Cyrus, ella sólo quería pasar más tiempo con sus hermanos y amigos. De esta «frustración», se desprende su sencillo «Younger Now» donde habla de añorar los años infantiles.