El viernes pasado, en el marco del lanzamiento de Amigurumi en Bar Loreto (Santiago, Chile), el disco debut de Playa Gótica, hubo un incidente tras la fiesta que se llevaría a cabo a continuación del show.
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Mariana Montenegro (alias Arigato), vocalista del grupo Dënver y parte del DJ Set que participaba del evento, acusó un abuso ocurrido mientras ella se encontraba poniendo música: un hombre borracho se subió al escenario, se puso atrás de ella y la manoseó mientras trabajaba.
“Me quedé como bloqueada y lo eché”, dice Mariana en el post que realizó en su Facebook al día siguiente, pero el hombre no le hizo caso, insistiéndole: “(…)hacía como que yo no existía. Irradiaba ego, ego de macho ql. Después se puso a mover las perillas y a tocar el pendrive y ahí yo estaba mucho más furiosa. Al final otros amigos y el guardia lo bajaron”
“Eso fue machismo puro. El machismo es violencia. Y el joteo (coqueteo) invasivo también es violencia machista”, finaliza la cantante, que ha recibido apoyo por parte de quienes la han leído.
Además, no es primera vez algo como esto sucede: ya se han denunciado abusos y toqueteos dentro del mismo circuito. El acoso y abuso es parte de las miles de formas en que los hombres piensan que pueden llegar y tocar a una mujer solo por el hecho de estar cerca.