La columna de Sole Donoso.
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Instagram: @soledonosomkp
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Un producto infaltable en cualquier cosmetiquero es el rubor o colorete. Ese amigo que nos salva de las caras más cansadas dándonos color y vida, armando pómulos muchas veces no tan definidos.
La variedad en el mercado es enorme y, por lo general, sólo suelen basarse en el color para la elección de cual comprar, pero ¿qué sucede con la textura?, ¿cremosa o seca?… esa es la cuestión.
Rubor en polvo: el más común y conocido, es ciertamente recomendado para pieles con tendencia grasa, pero ojo, el rubor no es la herramienta indicada para controlar el brillo, para eso existen diversos otros productos. El rubor en polvo permite moldear de mejor manera el pómulo, haciéndose así un producto indispensable para caritas tan redondas como la mía, además, da la posibilidad de otorgar un look más intenso si así lo deseamos.
Para maquillar utiliza una brocha de pelo suave no muy grande, aplicando suavemente el rubor desde la parte más alta de las mejillas (sonríe para ver el punto exacto) dirigiéndose hacia el pómulo, toca un poco el hueso para saber por dónde tienes que seguir, ten cuidado de no poner producto cerca de la nariz, pues hará ver la cara más ancha. De este producto deben abstenerse personas con rosácea.
Rubor en crema: aunque es algo más nuevo en el mercado no es una novedad su uso. Mi abuela desde que tengo memoria utilizaba su labial como rubor que, aunque no es lo óptimo, suele funcionar. Este tipo de maquillaje está indicado sobre todo para pieles secas, maduras o arrugadas, ya que además de dar color, muchos productos cumplen una función hidratante, que da a la piel un aspecto más fresco y radiante. Ideal para climas tan secos como el de Santiago, su fijación suele ser bastante mayor que el producto en polvo, además de dar un acabado más fresco y natural. Son bastante fáciles de aplicar, puedes hacerlo con los mismos dedos, usa en la parte más alta de la mejilla (sonriendo nuevamente) y difuminando cuidadosamente con la yema dando pequeños topecitos ; si la motricidad fina no es lo tuyo, puedes ayudarte con una esponjita.
Hay un producto que amo con todo mi corazón, llegó a facilitar la vida y a ocupar menos espacio en la cartera: The Multiple de Nars. De formato en barra sirve no sólo para aplicar en las mejillas, sino que también para dar un toque de color a labios y parpados. Mi color favorito es Orgasm, un rosado con iluminaciones doradas que queda bien en casi todas las pieles, sin duda un gran salvador de caras pálidas invernales.
¡Les dejo algunos de mis favoritos!
