Todos tenemos capacidad de crear, de proponer ideas que nunca se han gestado con la suma de conocimientos previos. Gracias a la creatividad damos solución a problemas y satisfacemos necesidades. La palabra clave aquí es: experimentar (formas, sabores, colores, sonidos, emociones). A continuación un listado, no breve, de algunas maneras bastante sencillas de hacerlo.
- Levántate de la computadora. Sí, esta es la primera regla, sal y respira hondo.
- Cultura visual. Cultívala a través de películas, artes plásticas, fotografía, publicaciones, objetos, oficios, en las calles. Puedes reforzar con la moda, escuchando música y con las imágenes que se generan al leer un libro. Un poco de estética no hace mal a nadie, soy de la idea de que la historia del arte debe ser impartida como parte del programa de educación básica.
- Toma fotos. De cualquier cosa, por temática: personas, colores, arquitectura, anuncios o lo que te sorprenda visualmente. Por ejemplo, este chico fotografía puertas de la ciudad de México, y es un deleite.
- Piensa en texturas. Todo objeto visible tiene entre sus propiedades la textura, desde el cielo hasta la miel. Tiene la particularidad de tocarse con la vista e imaginar como se siente al tacto. Observa la textura en tus objetos, en el piso, mézclalas en tu ropa (piel, encaje, seda, terciopelo) junto con los patterns.
- Observa los detalles. En lo que te rodea, haz una pausa y dale un zoom; cuando vayas al museo también.
- Camina. Por necesidad o afición. Explora nuevas formas de ir al trabajo, en metro, autobús, bicicleta, a pie. Intenta distinguir todos los sonidos y separarlos. Caminando das oportunidad de oxigenar tu cerebro, te sentirás más fresco, despejado, más buena onda y hasta horny. Date una escapada fuera de la ciudad de vez en cuando.
- Conoce personas nuevas. Conversa con ancianos, con niños, con obreros, con profesionistas de algún campo que desconoces, músicos, prostitutas, artesanos. Conoce sus historias, las de amor también.
- Visita nuevos lugares. El parque de la colonia contigua, cualquier museo al que no hayas ido, otro cine, otro bar, otro teatro. Mundos con gente diferente a ti, con extranjeros, subculturas; todo se vale.
- Hazte de un hábito creativo. Proponte hacer a diario alguna actividad que demande crear algo. Por ejemplo esta artista boceta con acuarelas por un año junto a su desayuno. Por una semana fotografía todos los objetos de un color que elijas, calca los pies de tu bebé en una hoja para ir registrando su crecimiento, descubre nuevas formas de comer aguacate. Tendrás que hacerlo todos los días, pero cada uno de manera distinta.
- Inventa una historia con situaciones inconexas. Recoge un montón de imágenes al azar, o palabras, pueden ser recortes, de internet o lo que ves a tu alrededor, por ejemplo: pasto, edificios, ventilador, el mensajero, tu gata, la lluvia, la vecina, cereal, un ticket y Hello Kitty. Ahora conecta todo eso en una narración, construye y dale forma en un cuento o una poesía. También puedes obtenerlo por medio del automatismo psíquico puro.
- Escribe un sueño detalladamente. Los sueños son fantásticos, cuando los platicas o los anotas lo son aún más. Son una fuente de ideas, muchos creativos explotan esos regalos oníricos.
- Baila. En la regadera, en la casa, en la pista, en la calle sin miedo a ser juzgado. Sí funciona.
- Anota todo. Haz listas, lluvias de ideas, boceta: cualquier palabra, forma, color, música por escuchar, película por ver, una frase que hayas escuchado en el colectivo, tu actual objeto de deseo, la forma en que te dirigirás al amor de tu vida cuando aparezca, el título de una nueva canción, la historia para una película. Las ideas hay que atraparlas en papel, a veces les gusta escaparse.
- Un moodboard. Es como anotar ideas, pero con imágenes. Destina un espacio en la pared de tu estudio para ir colectando las que te inspiran, de estilo, de frases, de la casa de tus sueños, de recetas por hacer. Si no estás segura de hacerlo físico, los tableros Pinterest son la opción.
- Tu golosina favorita. ¿Recuerdas el dulce que esperabas ansiosamente después de la comida? Chocolate, paleta, bombón, galletas. ¿Aún existen? ¿Dónde las venden? Cómpralo y ve a disfrutarlo a algún lugar parecido al que lo hacías en tu infancia. Recuerda por qué era lo máximo, cómo era ser niño y la habilidad de hacerlo todo simple.
- Investiga todos los días. La curiosidad es lo más. Cuestiona todo y resuelve pequeños misterios. La historia del corte del vestido vintage que acabas de comprar, de qué árbol es la madera de tu librero, qué ha hecho de su vida Moe Tucker (la baterista de The Velvet Underground). Wikipedia es tu aliada.
- Experimenta en el sexo. Con objetos, con personas, con fantasías, con géneros, con el sexting. Imagina la relación entre el crunch al masticar el cereal y la leche fría en tus encías, mientras te practican sexo oral por debajo de la mesa, por ejemplo, me han contado.
- Sé generoso. Da sin esperar y sin escatimar. Ayuda al próximo, proponte resolver un problema ajeno y dale solución como si se tratara de un asunto propio.
-
Ten un proyecto alterno SIEMPRE. Es posible que los días se nos vayan como agua, entre responsabilidades, trabajo, estudio, lo doméstico, la familia si tienes. Para mantener viva la llama creativa es necesario tener un proyecto alterno a las actividades diarias, darle forma lentamente hasta que lo llevemos a cabo: emprender un negocio, la cafetería de tus sueños, la sala de cine, una publicación, un blog, diseñar y hacer tus propias cortinas, tu proyecto fotográfico, una fundación filantrópica, refugio para animales, la novela que siempre has querido escribir, construir tus propios muebles, componer canciones y grabarlas, lo que sea.
Si lo dejaste por ahí abandonado, desempólvalo; nunca dejes que muera esa chispa por realizar tus sueños, ser tu propio jefe o crear una obra en la que dejes huella cuando ya no estés. - Fúmate un porro. De mariguana. Pero solo un poco, un tanque. Es una hierba que te permite explorar otros estadios mentales, es liberadora incluso en el terreno sexual. Experimentar con el viaje de la mariguana te dará una nueva perspectiva y sin duda una visión creativa. Tampoco es necesario hacerse adicto.
Por último, hay que darle unos besitos a la musa para que afloje y recuerda nunca subestimes tus ideas ¡son tuyas!, y siempre, siempre juega ¿Conoces otras maneras para ser creativo? Coméntalas abajo 🙂
