Por Carolina Palma F.
¿Tomas pastillas anticonceptivas? Seguramente sí, y hasta pondrás cara de «lata». Es que recordar tomarla todos los días es terrible y nos hace pensar «por qué no la toman ellos»… ¡Algún día, chiquillas! Bueno, aunque el primer anticonceptivo se introdujo en el mercado en los años 60 en los Estados Unidos, se cree que nacieron hace miles de años. De hecho, cuentan que los antiguos egipcios trituraban semillas de granada –un fruto que contiene estrógeno natural- lo unían con cera y creaban supositorios que se introducían en la vagina.
Muy pocas veces nos sentamos a reflexionar sobre este tema que nos cambió la vida para siempre. Por ejemplo, ¿qué haríamos sin métodos anticonceptivos? De sólo imaginar me sube la presión. Recordemos que al comercializarse libremente la píldora anticonceptiva entregó una libertad sexual que nuestras antepasadas soñaban. Nadie duda que actualmente disfrutamos del sexo sin que implique procreación y podemos controlar nuestra natalidad, decidiendo incluso no tener hijos nunca… ¿por qué no? Claro que con los métodos anticonceptivos vino la pandemia del VIH en los 80, que aumentó las ventas de los preservativos. Bien.
Así llevamos sólo cinco décadas consumiendo pastillas, y comprendiendo sus efectos poco a poco, casi en la marcha, porque muchas veces ni leemos lo que dicen los folletos o pensamos «no me pasará a mí». Hace pocas semanas se encendió la luz roja cuando la autoridad de salud francesa prohibió la venta de Diane-35, un medicamento para controlar el acné, pero que algunas usan como anticonceptivo, ya que habría causado la muerte de cuatro mujeres por trombosis venosa.
¿Podría pasar en Chile? «Diane 35 es una pastilla que existe hace mucho tiempo y acá hay como cinco más genéricos. No es anticonceptivo, pese a que por la formulación tiene un efecto anticonceptivo al inhibir la ovulación, pero tiene muchos estrógenos, mayores riesgos. Aunque la alteración de las venas que ocurre con los anticonceptivos por lo general no produce muerte. Hay una alteración en las arterias que sí, pero es mucho más rara, y ocurre en mujeres de riesgo como fumadoras, quienes sufren de presión alta, jaquecas con síntomas neurológicos. El hecho es que uno debe evaluar quién debe usarla y no usarla por periodos prolongados. Como hormona es estupenda para tratar el acné y exceso de vello. En general, la lógica sería usarla por periodos cortos, solucionar un poco el problema y seguir con un anticonceptivo normal», explica el Dr. Guillermo Galán, de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología (Sochog).
En definitiva, todos los medicamentos pueden tener riesgos, por eso es importante evaluar quién recibirá una sustancia química y qué posibilidades tiene de tener complicación, entre ellos están los anticonceptivos, por supuesto.
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