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¿Sabes quién fue Sor Juana? [Musas]

La primera escritora novohispana, feminista y palabrista.

Y por favor no empiecen a recitar “Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón…” o “Feliciano me adora y le aborrezco…”, que son dos de sus poemas más conocidos, pero no los mejores. Ella fue una pieza clave en la literatura novohispana y no por aquello de oponerse al matrimonio, sino por lo elocuente y sagaz que es su obra.

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Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana fue hija de una pareja que estaba unida de forma ilegítima, y desde muy pequeña demostrando grandes habilidades para el aprendizaje, la rima y la métrica. Aprendió todo lo que era conocido en su época leyendo en la biblioteca de la casa de su abuelo, los clásicos griegos y romanos, y la teología del momento, además de que ella sola aprendió a leer.

Años después entró a la corte, donde solía entretener haciendo rimas y sonetos. Estos últimos son formas poéticas complejas que requieren una métrica muy marcada, lo cual limita la capacidad de composición. Sin embargo, esto era algo que Juana realizaba frecuentemente. Aquí conoció a su más grande mecenas y protectora, la virreina Leonor de Carreto.

En su tiempo, hacer rimas era casi como escribir canciones, y los que eran palabristas como ella tenían gran admiración y respeto, y al mismo tiempo esto levantaba envidias de otros miembros de la corte.

De lo que se lee en las obras que escribió, ya más adulta, Juana vivió siempre en un lugar donde no podía encontrarse a sí misma, al final no se adaptaba ni a la corte, ni al convento y no podía dedicarse a estudiar en la universidad como le habría gustado.

Creo que sufrió ese mal de ser diferente, ser una mente sumamente abierta en una época donde la mayoría eran muy cerradas, y no podían concebir a una mujer inteligente e independiente de ninguna forma. En Sor Juana podemos ver los primeros esbozos de una persona feminista.

Escribió obras de teatro, sonetos, liras, redondillas, cartas, todo lo que era posible escribirse en su época. Es una de las primeras grandes figuras de la literatura de la Nueva España. Pero que, a lo largo de su vida, debió sentirse sumamente sola.

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Es de recomendar que lean un poco de ella, aquí les dejamos un soneto, pero si se les antoja más leer o ver su teatro, busquen Los empeños de una casa.

Con el dolor de la mortal herida,
de un agravio de amor me lamentaba;
y por ver si la muerte se llegaba,
procuraba que fuese más crecida.

Toda en el mal el alma divertida,
pena por pena su dolor sumaba,
y en cada circunstancia ponderaba
que sobraban mil muertes a la vida.

Y cuando, al golpe de uno y otro tiro,
rendido el corazón daba penoso
señas de dar el último suspiro,

no sé con qué destino prodigioso
volví en mi acuerdo y dije – ¿qué me admiro?
¿Quién en amor ha sido más dichoso?

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