«Jamás podré olvidarla; nunca encontraré otra igual a ella». «Mi vida ya nunca será la misma sin él». «He perdido el gran amor de mi vida». Ideas como éstas, a menudo producto de la dependencia emocional en el seno de la anterior pareja, son frecuentes en las personas que han sufrido una ruptura amorosa.
Para volver a ser felices, que es más una elección que un hecho fortuito, resulta tan importante desprendernos de este tipo de pensamientos y frases, como soltar a la persona que nos induce a que las digamos o pensemos: nuestr@ «ex» pareja.
Para las psicólogas Elena Jiménez Terreros y Silvia Díaz Nido, que dirigen el Centro Élisce de Psicología Clínica, en Madrid (España) tras una ruptura amorosa «pasamos por diversas fases», como » la negación, es decir no creemos lo que está pasando ni nos sentimos capaces de aceptarlo».
Las siguientes, según explican Jiménez y Díaz en la revista especializada ‘Piscología Práctica’, son el enfado, «con sentimiento de rabia y culpando al otro de lo que nos está sucediendo», y después la tristeza y el dolor, «por lo que no pudo ser», para «finalmente dar paso a la aceptación».
«Solo cuando nos despidamos del otro desde el cariño, podremos abrirnos de nuevo al amor», señalan las expertas, que para atravesar lo más rápidamente posible ese proceso recomiendan «compartir el dolor con amigos y familiares y mantenernos activos socialmente, buscando nuevas áreas y actividades gratificantes».
Para las directoras del Centro Élisce, otra de las claves para soltar a nuestr@ «ex» y abrir las puertas a una nueva etapa vital, consiste en «asumir que ese amor ya no es recíproco y que, por respeto a uno mismo, no hay que insistir en intentar recuperarlo».
Centrarnos en todo lo positivo que tenemos y en nuestros propios recursos para volver a sentir bienestar con nosotros mismos o con otra pareja, es otra de las pautas sugeridas por las expertas.
«Más que olvidar a la otra persona, algo imposible de conseguir de un día para otro, el objetivo es ir transformando el vínculo que teníamos con esa persona», señalan las psicólogas clínicas, para quienes también es importante analizar si nos hemos obsesionado con la persona con la que hemos roto.
Una imagen sanadora que recomiendan visualizar algunos psicólogos a los miembros de una pareja rota es la de dos barcos que durante un tiempo determinado viajaron con rumbo paralelo uno al lado del otro y que, poco a poco van separándose, para seguir trayectorias divergentes, que los van alejando entre sí.
¿Tengo pensamientos muy repetitivos sobre él o ella, que no puedo controlar?, ¿no paro de darle vueltas a cómo puedo recuperar la relación?, son algunos interrogantes clave que, según Jiménez y Díaz, hemos de plantearnos para saber si hemos caído en un pensamiento obsesivo.
Para liberarnos de este tipo de ideas y soltar definitivamente a nuestr@ «ex», las expertas aconsejan evitar las conductas que no ayuden a superar la ruptura, como pensar constantemente en lo positivo que tenía la relación, predecir que no vamos a volver a tener un amor como ese o aislarnos.
Humor para superar las pérdidas
Según el psicólogo clínico José Elías, «las situaciones que más nos entristecen suelen suponer pérdidas de algún tipo —materiales, físicas o emocionales—y el dolor nos impide ver que esos momentos duros pueden ser la puerta a posibilidades insospechadas, como se comprueba al repasar con perspectiva otros episodios de la vida».
Sigue en página 2…