Desde 1984, Connie Imboden, fotógrafa norteamericana, ha estado fuertemente interesada en capturar imágenes muy particulares obtenidas con la cámara a través de las distorsiones y reflejos que el movimiento del agua puede ejercer sobre el cuerpo humano sumergido o no, en algunos períodos lo que el reflejo de un espejo cóncavo o convexo puede generar. Es importante saber que las imágenes que se observan en la obra de Connie Imboden, no son intervenidas digitalmente, el resultado de manipulaciones o trucos fotográficos, como el de exposiciones múltiples, dobles copiados o dobles impresiones. Ellas están técnicamente captadas por el ojo y la cámara de una manera sencilla, explorando el cuerpo humano sin alterarlo.