Esta obra de danza contemporánea va develando su construcción, ya que los intérpretes narran su encuentro y lo que esperan el uno del otro dentro del contexto del montaje. Se investiga sobre la pregunta de qué es lo que está adentro y afuera, y cómo se relacionan estos espacios.
En términos metodológicos, la obra basa su montaje en la improvisación. Las premisas son muy específicas y a la vez, muy simples. Este tipo de trabajo permite que el intérprete vaya encarnando las distintas situaciones; su cuerpo aprende las soluciones desde su propia conciencia y corporalidad, no a través de la imitación.
Se propone que el intérprete esté presente, no que represente. Es importante la presencia de su cuerpo, su presente, su “˜estar’ en determinadas situaciones. Es la conciencia del espacio, de sus compañeros y de las premisas que están trabajando lo que los hace estar. La atención está permanentemente centrada en sensaciones físicas concretas, más que en estados emocionales.
