La muerte de Dolores O’Riordan se una a la lista de icónicos personajes que marcaron la historia de la música y de millones de seguidores.
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La cantante de 46 años tenía una exitosa trayectoria, pero también muchos demonios internos que no le dejaban seguir adelante ni alcanzar la paz.
Muchos escándalos rodeaban la vida de la vocalista de Cranberries, pero nadie podrá jamás negar que ella siempre fue un ejemplo de empoderamiento, fortaleza y crecimiento personal.
Una mujer digna de admiración por vencer o intentar sobrellevar lo mejor posible su penoso pasado, en donde el sufrimiento era un sentimiento recurrente en su vida.
En una entrevista con «Belfast Telegraph» habló sobre los abusos sexuales que sufrió siendo niña, una de las principales causas que la llevaron a sufrir una fuerte depresión, crisis nerviosa y hasta trastornos alimenticios.
La canante irlandesa reveló en una entrevista en el 2014 que había intentado suicidarse un año antes.
«Traté con una sobredosis el año pasado», dijo. «Supongo que debo estar aquí por los chicos», añadió.
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En otra entrevista, según «Mirror«, Dolores comentó que bebía mucho, y que tener pastillas alrededor era riesgoso, puesto que después de algunos tragos era capaz de consumirlas.
La conducta de la irlandesa no solamente estaba aunada a su impactante pasado, también el año pasado, fue diagnosticada con trastorno de bipolaridad.
