Meghan Markle y el príncipe Harry se encuentran en los últimos detalles de su boda, que tendrá lugar el 19 de mayo. El enlace no sólo será histórico porque el hijo rebelde de la corona por fin sentará cabeza sino porque al parecer, la pareja está ropiéndo con muchas de las tradiciones de ésta.
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Aunque el evento está envuelto en el misterio y la especulación, hay mucha emoción detrás de este, empezando por Meghan Markle, quien llegó para acabar con mucho del tradicionalismo inglés. Y es que desde su origen afroamericano, hasta su carrera como actriz , han llamado la atención alrededor del mundo pues mientras que todos esperaban que Harry se casara con una típica socialité inglesa, miembro de la realeza, terminó eligiendo a Markle como su esposa ¡y no podía ser mejor!
Ahora, Meghan ha insistido en que su madre Doria Ragland la lleve al altar en lugar de su padre, Thomas Markle, como dicta la tradición.
Por lo general, las novias son «entregadas» por sus padres, y cuando Kate Middleton se casó con el Príncipe William, su padre, Michael Middleton, la acompañó por el pasillo. Sin embargo, Meghan espera que sea su madre quien lo haga por la figura que representa en su vida.
Recordemos que cuando la pareja tuvo la sesión de fotos oficial de su compromiso , también cambiaron varias reglas pues mientras que las fotos de William y Kate fueron mucho más formales, posados y medidos; Harry y Meghan prefirieron hacerlo al aire libre, más naturales y mostrando su genuina felicidad por esta nueva etapa juntos. Además, Meghan optó por mostrar una foto «inédita» en donde muestra su outfit completo el cual estaba lejos de ser el clásico traje sastre que muestran las royals, además de llevar el cabello suelto. Se trató de un vestido de una colección pasada con plumas y transparencias que dejaron un claro mensaje que quiere ser una princesa moderna y nada rígida.
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