Ecuador

Natalia Arízaga, una diseñadora de interiores con el sello colonial cuencano

La reina de belleza que inspira a las mujeres a tomar las riendas de su vida con convicción y valentía.

Natalia Arízaga, reina de Cuenca
Natalia Arízaga, reina de Cuenca Foto: Nueva Mujer

Más allá de la corona, una diseñadora de interiores con un corazón que late al ritmo de su ciudad. Natalia Arízaga, Reina de Cuenca 2024, nos invita a descubrir su visión única, donde la esencia cuencana se entrelaza con las tendencias actuales y el empoderamiento femenino se convierte en su mayor legado.

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Una diseñadora que enaltece la arquitectura cuencana

“Ha sido toda una aventura”, confiesa Natalia sobre su transición de plasmar sueños en espacios a representar la belleza y el espíritu de Cuenca. Con una empresa propia junto a su madre, Natalia ha pausado su pasión por el diseño, pero no su entusiasmo por enaltecer su ciudad.

“Me encanta mi ciudad, amo su arquitectura, su cultura, su tradición”, afirma con una sonrisa que ilumina el alma cuencana. Natalia se ha dedicado los últimos años al diseño de interiores con su madre, su socia.

Natalia Arízaga, reina de Cuenca
Natalia Arízaga, reina de Cuenca Foto: Nueva Mujer

Es algo que dice la hace muy feliz y lo ha puesto en pausa por este año mientras trabaja con mucho entusiasmo por la ciudad que la vio nacer.

Un reinado con sabor a sororidad

Su objetivo es claro: dejar una huella imborrable en el corazón de Cuenca y empoderar a sus mujeres. “Mi proyecto se llama ‘Futuro Seguro’ y está dirigido a mujeres aquí en Cuenca”, explica, con el mismo fervor con el que describe las calles empedradas de su ciudad.

A través de talleres de emprendimiento y herramientas para la toma de decisiones, Natalia busca que las mujeres cuencanas florezcan con la misma fuerza que las flores de sus parques.

“Somos fuertes, pero creo que a veces no nos damos cuenta de esa fortaleza que tenemos”, reflexiona, con la sabiduría que emana de las mujeres.

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Lo que busca Natalia con el proyecto es que las mujeres tengan las herramientas necesarias para que decidan con convicción sobre su futuro, ya sea por ejemplo que quieran ser madres, no lo quieran ser y también la idea del plan es darles talleres de emprendimiento para empoderarlas con el fin que no dependan económicamente de alguien más.

Natalia Arízaga, reina de Cuenca
Natalia Arízaga, reina de Cuenca Foto: Nueva Mujer

“Somos únicas e irreemplazables”, afirma Natalia, invitando a todas las mujeres a unirse a su proyecto “Futuro Seguro”.

“Quiero que otras mujeres se sientan exactamente igual, de la misma forma en cómo me siento yo”, expresa con convicción, misma con la que los cuencanos defienden sus tradiciones.

Cuenca, un tesoro en el corazón

“Creo que Cuenca es única y me atrevería a decir que ninguna ciudad nos llega a los talones”, dice con orgullo, como si hablara de un tesoro familiar. Para Natalia, Cuenca es un crisol de cultura, tradición y gastronomía, un destino turístico que enamora a cada paso.

Natalia Arízaga, reina de Cuenca
Natalia Arízaga, reina de Cuenca Foto: Nueva Mujer

“Hay que conocer el centro de Cuenca, es un centro con una arquitectura maravillosa”, recomienda, con la misma pasión con la que invita a probar el delicioso mote sucio, un manjar típico que solo se encuentra en la Atenas del Ecuador.

Momentos que iluminan el alma cuencana

Su contacto cercano con la gente ha dejado huellas imborrables en su corazón, como las que dejan los artesanos cuencanos en sus obras. “Hicimos un agasajo a los niños del hogar infantil “Tadeo Torres”, que fue una experiencia muy linda”, recuerda con emoción, como si reviviera la alegría de los niños.

Natalia Arízaga, reina de Cuenca
Natalia Arízaga, reina de Cuenca Foto: Nueva Mujer

También menciona su visita a una institución con niños con discapacidad, donde encontró “niños tan puros y tan lindos”, como los ángeles que adornan las iglesias de su ciudad.

Los secretos de Natalia, coleccionista de letras

Más allá de la corona, Natalia es una apasionada de la lectura, especialmente en inglés, como si buscara conectar con el mundo desde la tranquilidad de su hogar.

“Me gusta muchísimo mi trabajo como diseñadora de interiores, disfruto esta relación que se crea entre mí como profesional y mi cliente”, comparte, con la misma dedicación con la que los artesanos crean sus piezas únicas.

Su familia es su mayor tesoro, especialmente su sobrino, “nuestra alegría todos los días”, como la alegría que se respira en las fiestas de la ciudad.

Natalia Arízaga, reina de Cuenca
Natalia Arízaga, reina de Cuenca Foto: Nueva Mujer
Natalia Arízaga, reina de Cuenca
Natalia Arízaga, reina de Cuenca Foto: Nueva Mujer

Tradición y tendencias: un equilibrio perfecto en Cuenca

Natalia valora el trabajo artesanal de Cuenca, mencionando lugares como Chordeleg, ubicado cerca al río Santa Bárbara,, donde se encuentran joyas de filigrana y arte local.

Su estilo personal es elegante, con un toque moderno, como la arquitectura citadina que combina lo clásico con lo contemporáneo.

“Me gusta mezclar la tradición con las tendencias”, afirma, demostrando que se puede ser una reina con estilo propio, sin perder la esencia.

Un mensaje final con aroma a unidad

“Empoderarlas. Somos fuertes”, repite Natalia, dejando claro que su reinado es mucho más que una corona, es un compromiso con su ciudad y con las mujeres que la habitan, como un legado que perdurará en el tiempo, como la belleza eterna de Cuenca.

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