Cuando se habla de María José Pinto, candidata a la Vicepresidencia de Ecuador por el partido Acción Democrática Nacional (ADN), no solo se menciona a una política, sino a una empresaria, madre y mujer visionaria que ha dedicado su vida a generar cambios significativos en el país.
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Con una trayectoria de más de 15 años como empresaria y activista por el liderazgo femenino, Pinto está decidida a transformar Ecuador desde sus bases.
“Si no te sientas a la mesa, alguien más lo hará por ti” Esta frase resume su filosofía y motivación para involucrarse en la política. Pinto, quien fue Secretaria Técnica de “Ecuador Crece sin Desnutrición Infantil” entre 2023 y 2024, afirma que estar presente es esencial para impulsar los cambios que el país necesita. Su experiencia en esta institución fue un génesis en su carrera, permitiéndole liderar estrategias junto al sector privado para combatir uno de los problemas más críticos del Ecuador: la desnutrición crónica infantil.
“La desnutrición crónica infantil no es una enfermedad, es una condición causada por falta de agua segura, ausencia de lactancia materna y malas prácticas alimenticias”, explica Pinto, quien lideró proyectos multisectoriales para atacar esta problemática de raíz. En sus palabras, esta es una tarea cuyos frutos se verán en 15 años, pero que es crucial para asegurar un país más productivo y seguro.
Del sector privado al servicio público Con diplomados en Mujeres en Gobierno Corporativo y Alta Dirección, María José Pinto ha demostrado que la preparación es clave para liderar. Su paso como Gerente de Operaciones en las Empresas Pinto y su rol en la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador le dieron una visión pragmática del desarrollo empresarial y la importancia de fortalecer el sector privado.
Como una de las fundadoras del foro Mujeres por el Ecuador, Pinto también ha trabajado incansablemente por motivar el liderazgo femenino y fomentar una mayor participación de las mujeres en las decisiones económicas del país.
“Hemos vivido en un país donde el liderazgo femenino aún enfrenta barreras significativas. Es hora de cambiar esa narrativa y mostrar que las mujeres somos capaces de liderar y transformar”, comenta.
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La decisión de ser candidata: una conversación familiar Cuando el presidente le propuso acompañarlo como su binomio en las elecciones presidenciales, María José Pinto tomó la decisión junto a su familia. “Fue una decisión de familia. Mis hijos, mi esposo y mi papá me dieron todo su apoyo. Sabía que era una responsabilidad enorme, pero también una oportunidad única de servir al país”, afirma.
El balance entre su vida profesional y personal no ha sido sencillo, pero Pinto confiesa que ha aprendido a priorizar y a confiar en su red de apoyo. Con tres hijos, dos pequeños y un adolescente, su vida está llena de retos diarios, pero también de una motivación constante por dejar un mejor Ecuador para las futuras generaciones.
Conectando con el pueblo ecuatoriano En cada visita al campo, Pinto encuentra historias que refuerzan su compromiso. “Conversé con un emprendedor en Chimbacalle que me dijo algo muy simple pero poderoso: ‘Solo necesitamos que nos dejen trabajar’.
Esa esperanza, pese a las dificultades, es lo que quiero rescatar y proteger”, relata con emoción. Para Pinto, escuchar es una herramienta vital para conectar con las necesidades reales de los ecuatorianos.
Un futuro prometedor para Ecuador María José Pinto es consciente de que su candidatura representa una apuesta por el cambio. “Quiero que mis hijos y todos los niños del país crezcan en un Ecuador donde puedan desarrollarse plenamente. La desnutrición infantil, el apoyo a los emprendedores y la mejora de la calidad de vida son mis prioridades”, concluye.
Con una visión centrada en el trabajo conjunto y la confianza en el potencial del Ecuador, Pinto está lista para enfrentarse a los desafíos que se avecinan. Su determinación y pasión por el servicio son prueba de que el liderazgo femenino puede marcar la diferencia en el país.