Angie Ponce, una joven de 22 años y estudiante de Recursos Humanos, es una candidata que lleva consigo un profundo compromiso social. Durante la pandemia, Angie enfrentó momentos de frustración y depresión, pero encontró en esa adversidad la motivación para ayudar a quienes se sienten igual de perdidos. Ahora, con la misma determinación que la ayudó a salir adelante, quiere extender una mano a los jóvenes que, como ella, buscan dirección en sus vidas.
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Originaria del sector Paraíso de la Flor, Angie encuentra en sus vecinos un ejemplo a seguir. “Ellos se levantan temprano todos los días para salir adelante”, comenta con admiración, reflejando los valores de esfuerzo y perseverancia que ha aprendido de su comunidad. Su familia, con quienes vive, ha sido su pilar fundamental; el respeto, uno de los principios que sus padres le inculcaron, es la base de todo lo que hace.
Como embajadora de Guayaquil, Angie invita a los visitantes a sumergirse en la riqueza de su ciudad. Su pasión por el Malecón 2000, el Museo del Cacao y la historia que habita en cada rincón de Guayaquil es contagiosa. “Son lugares que amo”, dice con una sonrisa, convencida de que celebrar las fiestas de octubre es una oportunidad para conocer lo mejor de la ciudad.
Su proyecto: “Caminar sin miedos”
Su proyecto se centra en una de las problemáticas más desafiantes para los jóvenes: los llamados “ninis”, aquellos que ni estudian ni trabajan. Angie entiende profundamente la frustración que estos jóvenes experimentan, y su iniciativa busca orientarlos a descubrir sus talentos y metas. Con su proyecto, espera ofrecerles herramientas que les permitan visualizar un futuro más claro, donde puedan realizarse tanto personal como profesionalmente.
En lo personal, Angie disfruta de los placeres simples de la vida. Su plato favorito es el arroz con menestra y guatita, una comida que representa las raíces y tradiciones de su cultura. Para ella, participar en este certamen es una oportunidad de representar no solo a su ciudad, sino también a los valores que la han formado.
Con su espíritu de servicio y su amor por Guayaquil, Angie Ponce se presenta como una candidata que quiere cambiar la vida de los jóvenes y dejar una huella en su ciudad.