Ecuador

Camila Becerra, una reina comprometida con el cambio en Quito

Así fueron sus primeros siete meses de reinado.

Candidatas a Reina de San Francisco de Quito
Camila Janira Becerra Mármol (Redes sociales)

Camila Becerra, Reina de Quito, ha vivido una experiencia transformadora en los últimos meses. Desde que asumió el título, su vida ha cambiado drásticamente, guiada por un profundo compromiso con el servicio y el apoyo a quienes más lo necesitan.

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Becerra ha utilizado su plataforma para implementar proyectos sociales significativos, comenzando con una iniciativa enfocada en la desnutrición infantil llamada Primeras Sonrisas. Este primer proyecto ha crecido y se ha diversificado, llevándola a lanzar dos iniciativas adicionales. Su trabajo ha sido una verdadera inspiración, y aunque aún le queda tiempo en su reinado, se muestra emocionada por continuar con su labor. En los meses restantes, su objetivo es ampliar el alcance de su impacto social, organizando eventos y actividades que lleguen a más rincones de la ciudad.

Mirando hacia el pasado, Becerra recuerda el inicio de su reinado con una mezcla de nervios y entusiasmo. El primer día estuvo lleno de incertidumbres, pero la pasión por servir y el deseo de marcar una diferencia se mantuvieron intactos. A pesar de los desafíos y altibajos, su determinación no ha flaqueado. Reflejando sobre esos primeros momentos, Becerra comparte un mensaje de perseverancia y apoyo, aconsejando a su yo del pasado que mantenga su energía y aproveche el respaldo de quienes la rodean.

Sus objetivos para el futuro son ambiciosos y reflejan su compromiso continuo con el bienestar social. En particular, Becerra planea retomar y renovar eventos en su fundación, además de desarrollar nuevas actividades que beneficien a niños con síndrome de Down y combatan la desnutrición infantil. Un proyecto destacado es “Conectando Corazones”, que busca formar un grupo diverso de voluntarios y fomentar un sentido de ayuda y solidaridad entre la comunidad.

La trayectoria de Camila Becerra hacia el servicio social comenzó desde temprana edad. Creció en un entorno donde el trabajo comunitario era una norma, gracias al ejemplo de sus padres. Desde los 10 años, tuvo el deseo de fundar su propia organización, pero su experiencia en la Fundación Reina de Quito le mostró que ya podía hacer una diferencia desde su posición actual. Esta vocación de servicio ha sido el motor de su vida, y Becerra está convencida de que continuará contribuyendo a la comunidad en cualquier papel que asuma en el futuro.

Becerra deja un mensaje de esperanza y motivación para los jóvenes que desean involucrarse en el trabajo social. Anima a todos a unir esfuerzos y a empezar con pequeños actos de ayuda, destacando que cada granito de arena cuenta para lograr un cambio significativo. Su historia demuestra que, con pasión y determinación, es posible transformar realidades y construir un futuro más solidario.

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