La fotografía de una ballena muerta en una playa de Filipinas se hizo viral en las redes al mostrar al animal con la boca llena de recipientes plásticos. Cientos de organizaciones pro animales y millones de personas mostraron su indignación, alegando que los miles de kilos de desechos plásticos botados al océano cada año provocaron la muerte del animal y otros.
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Si bien es cierto que ballenas, delfines y tiburones han muerto por esta razón, esta en particular no lo hizo ya que se trataba de una escultura del artista Biboy Royong, hecha en forma de protesta y en colaboración con Greenpeace.
La instalación de la obra de arte se llevó a cabo el pasado 14 de mayo por parte del artista Biboy Royong, quien llamó a su proyecto «Dead Whale» inspirado en un hecho real, cuando murió un cachalote de 38 pies que fue arrastrado por las olas en 2016 a la isla de Samal al norte de la provincia de Davao al norte del país, el cual murió a causa de comer diversos tóxicos tales como plásticos, redes de pesca, madera dura, cuerdas y alambres de acero que le provocaron problemas en el estómago hasta su muerte prematura.
La representación de la muerte de uno de los seres más grandes en el mar es un fuerte mensaje contra la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) para que actúe de manera urgente contra la problemática de la contaminación de los plásticos que afecta a los animales marítimos de la zona.
