En Latinoamérica, cuando una mujer pasa de los 22, está condenada: algún o alguna ocurrente la llama «Señora» en la calle, añadiéndole años.
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Algunas se lo toman con filosofía: piensan en gente como Meryl Streep, Lyn Slater o Joan Didion, mujeres extraordinarias y chic. Pero la mayoría no. Y ahí es donde comienza el drama…
¿Pero qué te has creído tu?
me dijeron señora lpm pic.twitter.com/7oShN5q8vk
— lour (@lourbbb) January 30, 2018
O sea, ¿en verdad?
¡BUM! Una bala
Y duele MUCHO.
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¿En serio me veo tan grande?
¡Pero si solo tengo 20 años!
¿Dónde rayos me veo grande? ¿Dónde? ¿Soy yo?
En serio, ¿SOY YO?
¿DÓNDE ME VEO MAYOR? ¿DÓNDE?
¿O sea que tengo que «parecer joven» ?
No, esto no lo admito.
Nunca-en la- vida.
¿Por qué son tan crueles?
¿Por qué?
Algo de mí ha muerto un poco hoy.
¡Pero me vengaré!
Mi furia será terrible y atroz
¡Ojalá los poderes de Mannón te calcinen!
Ya, mejor me relajo y pienso que si soy señora o señorita, soy una mujer maravillosa…
…hasta que otro vuelva y me diga «SEÑORA».
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