Arquitectura Rubik. Algo así fue lo que ideó Javier Lloret, videoartista y diseñador franco-español, en su proyecto ‘Puzzle Facade’, al cubrir la fachada del edificio de Ars Electronica de Austria con cientos de bombillas LED.
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Con el objetivo de conseguir “una experiencia lúdica y experimental”, Lloret convirtió este edificio en un verdadero Cubo Rubik gigante, dándole además la opción al jugador de utilizar un cubo pequeño de interfaz con componentes electrónicos que le permite hacer un seguimiento de rotación y orientación de las luces del cubo. De esta forma, se pueden cambiar las luces en el edificio a medida que la persona utiliza el aparato, el que envía la información vía Bluetooth a la fachada de la edificación.
Pero armar el cubo no es tan fácil como hacerlo con uno tradicional. Al ser de grandes proporciones, es imposible poder ver todos los lados al mismo tiempo, por lo que lograr resolver el rompecabezas resulta bastante complicado. Todo un desafío para las habilidades del jugador y , por qué no decirlo, para la arquitectura y la utilización de los espacios urbanos.
Fuente: Be-street