En esta época del año se hace más presente la astenia primaveral, que consta de una serie de factores ambientales que causan falta de vitalidad y que derivan en síntomas como el cansancio o somnolencia durante el día. La vitamina C y la vitamina D ayudan a aminorar los efectos de este trastorno.
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La vitamina C contribuye a la formación de colágeno, que también puedes consumir mediante un suplemento alimenticio. A continuación te contamos qué es la astenia primaveral y cómo abordar sus síntomas. Recuerda contar siempre con la opinión de un médico especialista.
¿Qué es?
La astenia primaveral, además del cansancio y la somnolencia, también se produce por la falta de energía, las alteraciones del sueño, la irritabilidad, la ansiedad y la pérdida de apetito. La persona que la padece puede sufrir cefaleas, disminución de la líbido, problemas de concentración y falta de motivación.
Asimismo, se produce por el cambio en la temperatura y la presión atmosférica, el aumento de las horas de luz diurna, el cambio de horario de verano y, como consecuencia de lo anterior, la modificación de la rutina diaria.
Otra de las causas puede ser una situación de estrés o también la ansiedad dada por los problemas del día a día. También está vinculada a la depresión y a enfermedades orgánicas como las alteraciones cardíacas, pulmonares e infecciones.
Contrario a lo que se cree, la astenia primaveral no aparece después de que la persona realiza un gran esfuerzo, sino que se expresa cuando desarrolla actividades que marcan el día a día, incluso las más sencillas. Se manifiesta de manera constante, sin que se haya realizado ningún tipo de esfuerzo. Este trastorno adaptativo es más frecuente en las mujeres que en los hombres.
Algunos consejos para enfrentarlo son adaptarse gradualmente al cambio horario, realizar ejercicio físico moderado, alimentarse sanamente, hidratarse, mantener las rutinas de sueño y consumir vitaminas, bajo el consejo de un médico.
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Es importante distinguir entre la astenia primaveral y la fatiga crónica. En cuanto a la astenia, los síntomas suelen ser de corto plazo. Si la sensación de cansancio se prolonga durante más de seis meses y no existe ningún problema físico ni psicológico que sea el causante de ese estado, se trataría de un caso de fatiga crónica.
Vitaminas y colágeno para la astenia primaveral
Gracias a que la vitamina C permite la producción de colágeno y con ello la absorción del hierro, es que se pueden aminorar los efectos de la astenia primaveral. Si bien no existe un tratamiento específico para tratarla, es posible reducir las probabilidades de cansancio y somnolencia.
Recordemos que dentro de los beneficios de la vitamina C es la sanación de heridas y la formación de tejido cicatricial, además de reparar y mantener el cartílago, los huesos y los dientes.
Por otra parte, la vitamina D participa en el movimiento de los músculos, la transmisión de mensajes a través de las ondas cerebrales y la defensa inmunitaria ante virus y bacterias.
La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio y de este modo mantener los huesos fuertes. De hecho, contribuye a prevenir la osteoporosis, enfermedad que debilita los huesos y los hace más propensos a las fracturas.
Finalmente, el colágeno ayuda a fortalecer las articulaciones, huesos, músculos y la piel. Su consumo también puede mejorar la salud y el aspecto de la piel, previniendo la aparición de arrugas y líneas de expresión.
El consumo de suplementos vitamínicos refuerza las acciones antes mencionadas, lo que evita los síntomas de la astenia primaveral.