Karla Sofía Gascón y su cancelación son muestra de la hipocresía de un Hollywood que solamente usa las políticas de identidad para cuando le son comercializables. Y muestra de ello es cómo también la abandonó el racista director Jacques Audiard (quien dijo que ya no le hablaba y la acusaba de “hacerles daño” a él, sus compañeros y a la película) y por supuesto, Zoé Saldaña, quien ha dicho que no “apoyaba el racismo”. Todo para salvar su candidatura.
El punto es que las redes sociales les sacan los trapitos al sol parejo a todos. Y a Zoe Saldaña le recordaron cuando ella protagonizó un bodrio similar al de Emilia Pérez, también situado en Latinoamérica, llamado ‘Colombiana’ donde hacía el papel de una asesina a sueldo de esta nacionalidad.
Por supuesto, la película fue grabada en 2011 y en Latinoamérica se conoció como ‘Venganza Despiadada’. Y su argumento es tan ridículo y risible como el de la película de Audiard: una niña llamada ‘Cataleya’ (como la orquídea colombiana, antes no le ponían ‘Arepa’). Y por supuesto, aún con guión de Luc Besson - porque siempre tiene que ser un francés el que haga miradas coloniales sobre los dolores de LATAM- mostraba todos los estigmas de una nacionalidad como la colombiana.
Pero lo peor fue la respuesta de Saldaña en esa época: trató de “ignorantes y estúpidos” a los colombianos que le reclamaron.
Zoe Saldaña también tiene mucho rabo que le pisen y no solo por ‘Emilia Pérez’
En una entrevista concedida al periódico Wall Street Journal, la actriz se burlaba de la campaña #ColombiaIsBeautiful, impulsada por Colombia Nacional, organización que educa a la gente sobre la historia y cultura de Colombia. Ellos se quejaban de que la película, y con razón, daba una imagen negativa del país.
“¿Qué vergüenza? No sé, me gustaría saber cómo responder a comentarios estúpidos y poco inteligentes, pero no lo sé, no soy una persona estúpida. Lo siento, nunca me gusta ponerme política, pero es una pena que haya gente que piense de manera tan ignorante”, dijo ella en su momento.
Argumentó que la protagonista habría podido ser de cualquier parte del mundo, y que esta no tenía nada que ver con drogas, porque “la violencia se vive en cada ciudad”.
Ahora, bien, si bien ella se refiere al grupo de colombianos en específico, los reclamos son colectivos y son igual de condenables. No es la primera vez que se desestiman en producciones internacionales.
Esto, en una época donde Hollywood se preocupa por “la representación”, estas declaraciones son solamente un aditamento más a la representación hipócrita que embarca una película tan desastrosa como Emilia Pérez.