En los últimos días el nombre de Javier Acosta ha estado en boca de todo el país por la desgarradora historia detrás de su solicitud de eutanasia, debido a una bacteria que desde hace cinco años ha afectado su salud. Acosta, quien a través de sus redes sociales ha comentado su caso, es un acérrimo hincha de Millonarios, hace nueve años tuvo un accidente de moto en medio de un viaje a Tuluá para ver a su equipo. Según cuenta, de regreso tuvo un accidente con un camión que lo dejó en silla de ruedas.
Luego, según ha comentado, hace unos cinco años viajó a Melgar para disfrutar de un viaje de esparcimiento con su familia, pero en una piscina adquirió una bacteria que le ha hecho la vida imposible. “Ese hongo le puede dar a cualquier persona, pero en 5 días tenía una llaga que se me pasó al hueso del glúteo izquierdo y luego al derecho. Y ahí empezó todo. La infección comenzó a agrandarse. No hay tratamiento que valga. Además, me salió un ganglio interno en la cabeza. La infección ya me llegó a la cabeza, lo que no me permitiría hablar”, asegura.
La perrita de Javier Acosta se despide de su papá
Ahora, Javier Acosta solicitó la eutanasia porque asegura que ya no puede seguir combatiendo una bacteria que, según los propios médicos, es casi imposible de eliminar de su cuerpo, por lo que se le aprobó para el viernes 30 de agosto. Acosta está dejando todo listo para su partida de este mundo y uno de los asuntos pendientes que tiene es con Katy, una perrita que había adoptado en una fundación llamada ‘Fundación Adopta un Buen Amigo Chan’. Katy debió regresar a ese lugar, ya que la familia de Javier no podía hacerse cargo de ella, por lo que con este emotivo mensaje se despidió de él.
Así empieza el mensaje de despedida de Katy: “Papito, te escribe tu negrita creída, la luz de tus ojos y tu compañera fiel, Katy. Hoy solo quiero agradecerte por haberme escogido como tu compañera de aventuras, ambos nos hicimos compañía y no se si yo te salvé a ti o tú a mí. Compartimos tantos momentos, risas, sueños, paseos en carro, los partidos de fútbol que no perdíamos sentados en el sillón de la que fue nuestra casa. También fui tu compañera de lucha, te acompañé en tu mejores pero también en tus peores momentos, pero siempre tenías caricias para mí por más dolor que tu cuerpo tuviera”.
“Desafortunadamente hace unas semanas me explicaste lo que pasaba contigo… me hablaste para decirme que pronto, ya no estarías para acompañarme al parque, nuestras tardes de fútbol se iban a acabar y tu mano que me brindaba las mejores caricias ya no iba a estar me prometiste que me ibas a cuidar desde arriba… que irónico pues pensé que sería yo la primera en partir. Mientras llorabas, yo entendí todo a la perfección y supe que ibas a buscar para mí un lugar hermoso para que pudiera estar mientras encuentro un nuevo humano ojalá tan especial y amoroso como lo eres tú. Por eso regresé al lugar donde me rescataron y cuidaron hasta el día que me conociste”, continúa diciendo la perrita.
Finalmente, el mensaje termina diciendo: “Javi, no te reprocho nada porque no tengo nada para hacerlo! Solo quiero agradecerte por darme los mejores años bajo el techo de nuestro hogar, por darme comida deliciosa, por las caricias suaves que me hacían dormir. Te voy a extrañar mucho pero prometo jamás olvidarte solo te pido que mandes unos ángeles para que pronto vuelva a estar en una familia rodeada de amor”.