Valentina Rodríguez Ortiz, una paisa de Río Negro, Antioquia, ha construido una comunidad poderosa de mujeres en torno a su filosofía de vida: ser la Favorita de Dios. Criada en el seno de una familia tradicional paisa, Valentina tuvo una infancia tranquila, con su hermano mayor como su principal fuente de inspiración en el mundo de los negocios.
Además de sorprender con su belleza y gran fortaleza en la competencia, Valentina es oriunda de Medellín, tiene 25 años de edad y es una exitosa empresaria, además de ser coach empresarial. En el Desafío 2024, Valentina confesó que al principio regalaba su comida en el equipo Beta debido a sus costumbres alimenticias diferentes. Sin embargo, después de pasar hambre en los ciclos siguientes, aprendió a valorar cada bocado y disfrutarlo al máximo.
Valentina destacó en pruebas de resistencia, habilidades acuáticas y desafíos de trabajo en equipo. Además, su filosofía de vida, la impulsó a mantener una actitud positiva y a enfrentar los obstáculos con determinación.
A pesar de su eliminación, Valentina se muestra entusiasmada por el futuro y comparte que durante su participación acumuló aproximadamente 26.800.000 pesos. Esta suma proviene en parte de la ruptura de la alianza entre Beta y Omega, lo que le permitió obtener una parte del dinero del equipo rosado.
En cuanto a su eliminación, Valentina enfrentó un desafío en el Box Blanco contra otras competidoras. Aunque no resultó victoriosa, su paso por el Desafío la ha convertido en un ejemplo de empoderamiento y proyección personal.
Aunque su participación en el Desafío XX llegó a su fin, ella está enfocada en seguir creciendo como empresaria. Su empresa de productos capilares, llamada ‘Soy la Favorita’, es su principal proyecto.
Valentina busca expandir su negocio y consolidarse en el mercado. Además, continuará inspirando a otras mujeres a través de su filosofía de vida: ser la Favorita de Dios.