El actor colombiano que ha estado en el MCU de Marvel y en Netflix al lado de Liam Neeson, Juan Pablo Raba, ahora enfrenta una denuncia de intento de abuso sexual por parte de la cantante y actriz venezolana Joseline Rodríguez, que lo contó como anécdota en un podcast. Esto, cuando ella comenzaba en la televisión venezolana.
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“Me llega un actor colombiano que era novio de Marjorie de Souza, Juan Pablo Raba, que me pregunta si soy nueva y me ofrece un tour por los estudios”, narra ella, que aceptó, en esos momentos, encantada.
Rodríguez contó que para entrar al estudio se tiene que abrir una puerta pesada y luego entrar a una habitación oscura. El caso es que cuando entraron. “El hombre me arrinconó para la pared y quería darme varios besos y a meterme mano. Yo como pude lo empujé”, narró la también cantante.
En eso, entró un camarógrafo e interrumpió todo. Ella se fue a llorar a su camerino y las vestuaristas, al narrarles ella lo sucedido, le dijeron: “Cállate, porque si dices eso, te van a botar es a ti”.
Ella explicó que no denunció por miedo a perder su trabajo y que “quizás las otras lo hacían y por eso él estaba acostumbrado”, contó.
La denuncia se hizo viral, pero los comentarios son los típicos ante un caso así: famosas como Carla Giraldo defienden a Raba, entre otras. Y muchos la acusan de ser oportunista.
Y hasta de su nacionalidad se han burlado.
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“Por venezolana”: los comentarios xenofóbicos y desagradables contra Joseline Rodríguez por denuncia de presunto abuso sexual contra Juan Pablo Raba
A la actriz le están diciendo que por qué cuenta esto hasta ahora y que es una oportunista, ya que Raba ahora es un actor internacional. Dicen que está buscando algún beneficio, y que debería “contar eso mejor en Venezuela”, aludiendo a que ella debería estar en su país, en un gran clásico de la xenofobia.
De hecho, una denuncia así, varias denuncias así, mejor, tuvieron cabida en la época del Me Too, donde muchos pesos pesados de la industria del entretenimiento fueron acusados de lo mismo, entre ellos Harvey Weinstein.
En Latinoamérica el fenómeno no ha tenido la misma repercusión. De hecho, de un 100 por ciento de casos reportados, 2 obtienen justicia. Todo, por la violencia estructural, por la lentitud de los aparatos del estado y la revictimización de las denunciantes, que son precisamente tildadas de mentirosas.
