Lesly Mucutuy y sus tres hermanos son los niños indígenas rescatados en la selva del Guaviare luego de estar 40 días atravesándola. Y tanto indígenas como otras personas conocedoras de lo ancestral insisten en que los salvaron los espíritus de la selva. Pero Wilson, el perro rescatista, sigue desaparecido.
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Y, aunque para muchos esto suena como una teoría “fucking hippie motherfucker”, cual meme de Brad Pitt, en realidad los espíritus hacen parte del conocimiento y cosmogonía ancestral de los indígenas. Varios han sostenido que de no ser por su permiso, los niños jamás habrían salido de ahí.
Igualmente, esto tse refuerza con varias teorías esotéricas y mitológicas de hace siglos en varias culturas: cada elemento de la naturaleza es vivo y tiene espíritu. Por ende, siempre hay que pedir permiso para adentrarse en su territorio.
Qué son los espíritus de la selva que ayudaron a que los niños indígenas perdidos fueran rescatados
Álex Rufino, indígena ticuna, entrevistado tanto para El País como para BBC Mundo, fotógrafo y maestro en la Universidad Nacional, explicó que en cada parte de la selva hay un espíritu protector.
“Nosotros no lo vemos desde el miedo, o desde el peligro, sino desde el respeto. Cada centímetro de la selva tiene una espiritualidad que no puedes evadir. Cualquier movimiento implica un diálogo con el chamán, con el espacio. Si no, te puede afectar tu salud o tu seguridad”, afirmó.
“Cada cosa, cada árbol, es un ser que puede dar enseñanza, un vínculo que puede dar a cambio medicina y comida y agua. Por ejemplo, los árboles tienen la función de proteger mientras duermes: son el gran ancestro, el gran protector. Te dan cobijo, te abrazan”, le expresó al periódico británico.
¿Qué tiene que ver el perro rescatista Wilson que no aparece luego de rescatar a los niños indígenas perdidos?
Basados en esto, muchas personas dicen que ‘los duendes’ de los que hablaron otros líderes indígenas también pudieron haber retenido a Wilson, el perro rescatista, y a los otros tres perros perdidos, a cambio de los cinco niños.
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Rufino, quien siempre creyó que los niños seguían vivos al exponer que los espíritus cuidan ese lugar, afirma que las personas o seres que se pierden a veces regresan siendo conocedores y chamanes. Pero que también “hay gente que nunca llega, que nunca aparece, y finalmente ya se queda con ellos”.
Incluso afirma que en su comunidad, cercana a Leticia, luego de una semana, se deja de buscar, ya que si alguien no aparece, la selva tiene el mensaje: “Ya lo tenemos nosotros. Ustedes pueden regresar y aquí va a estar bien. Claro, es muy doloroso para las familias, pero en el caso específico nuestro es un momento de replantear la situación”, expresó al periódico español.
Algo difícil de entender para los hombres blancos de las ciudades, pero nada descabellado para una sociedad milenaria.
Y quizás la teoría de que el pastor belga Wilson, a quien vieron los niños y les acompañó, fue ‘intercambiado’ por ellos sólo se podrá comprobar en algunos días, a menos de que estos espíritus le dejen salir a él también.