Estos son los lugares con las historias más terroríficas de Bogotá. Se tratan de sitios que han salido en los videos del conocido youtuber y creador de contenido paranormal y de misterio Howard Gutiérrez, llamado “Conexión Enigma”.
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Su canal se ha hecho popular por su investigación y las historias paranormales que recopila de todo el país que incluso llegan hasta los mitos y leyendas como la Patasola.
Gutiérrez lanzó hace poco un libro con el mismo título de su canal, donde recopila las mejores historias de Bogotá. Puede comprarlo aquí.
Por ahora, mostramos un abrebocas de las historias más aterradoras que ofrece el libro y también el canal de Howard, del que mostramos varios videos.
1. Un demonio indígena cuida los tesoros del Museo del Oro
El relato de un joven que trabajaba como vigilante muestra que podrían existir entes que no corresponden, claramente, a la cosmología judeocristiana.
El chico, que tenía mucho desdén hacia lo ancestral, oyó de un compañero que en el museo hay un ser horrible y que los espíritus de los indígenas se vengarían por haber tomado sus objetos sagrados.
El joven se rió, a pesar de que su compañero le dijo que su antecesor estaba hospitalizado y él se lo había contado. Ya a las dos de la mañana, comenzó a caminar por las salas del museo y le informaron que había algo en la sala de al lado.
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Él no creyó mucho en eso, y fue a la sala, hasta que le informaron que lo tenía a su derecha. Se dio cuenta de que era el espíritu de su compañero hospitalizado. Le informaron que murió desde el intercomunicador.
Pero eso no fue lo peor: sonaban como gemidos de animal. Y se encontró con otro hombre, de ojos brillantes, que le dijo que él vigilaba los objetos sagrados. Él lo mandó “al carajo”, pero su radio no funcionaba. La figura se desvaneció y él buscó un arma para defenderse.
Hasta que escuchó dos voces: “No te resistas, amigo, no eres lo suficientemente fuerte para ellos”. La otra dijo: “Todos deben pagar”.
Y de pronto, corrió, hasta que llegó a un lugar más iluminado y vio a un demonio herido, con forma de animal, que se abalanzó sobre él. Este quedó hospitalizado y sus familiares tuvieron que hacer varias misas por él.
Puede ver la historia aquí:
2. Espíritus encadenados en la estación de Transmilenio de la 19
Una joven bogotana contó que su madre era una bruja que le hacía trabajos a un famoso criminal de la zona de tolerancia. Y cuando hizo un trabajo de universidad sobre la zona, una mujer trans que conocía a su madre le entregó un diario.
Ahí, la madre contaba que casi sacrifica a su hija mayor para un demonio y que por eso dejó a sus hijas con su hermana. Ella también era atormentada por seres demoníacos que controlaban a adictos, maleantes y dealers, entre otras personas.
Pero sabía que se la llevarían cuando fue a Transmilenio, pagó y vio la mano de la mujer como si estuviera quemada. Y vio la estación de la 19 de otra forma: montones de personas encadenadas, como si fuesen esclavos de la antigüedad. Unos atados al pavimento, otros en el techo y otros en el piso, lamentándose. Dentro del bus estaban también.
Ahí la mujer se preparó para morir. Eran las 2 am y los demonios festejarían su muerte.
La joven se enteró que la mujer trans fue la encargada de ejecutar a su madre, obligada.
Puede ver la historia aquí:
3. La mujer chibcha que arrastra gente en el parque Troncal Caracas Sur
Tres jóvenes caminaban por el lado del caño del parque el Tunal, dos chicos y una chica. Esta última se comenzó a burlar de una mujer que andaba allí y hasta le tiró una piedra, que la atravesó.
Ella señaló al caño. Una mano gigante comenzó a agarrar por los pies a la chica. Los dos jóvenes forcejearon para salvarla, y todos comenzaron a gritar.
Llegó la Policía y la mano había desaparecido. Casi se meten en un lío. Una persona explica que alguien le contó que en ese terreno existía una hacienda llamada Los Trigales, y había una leyenda sobre una mujer indígena que hizo cosas muy malas e irrespetaba a sus dioses.
Que por eso, ella tenía que llevarse por la eternidad a gente que como ella, obró mal. Y ya se hablaba de la “indígena de las manos gigantes”.
4. La bruja del Parque Simón Bolívar
Un joven tuvo que tomar un bus frente a la zona más peligrosa del parque y a las 11 de la ncohe, caminó por el borde para ir a su barrio. Hasta que algo llamó su atención. Un “pss pss”.
No había nadie, pero volvió a oír el sonido. ENtonces miró para dentro del parque y en la entrada de la zona de los conciertos vio a una mujer muy alta, de cabello largo y negro, con una cabeza de chivo encima de la suya.
Ella siguió haciendo ruidos y caminando hacia él, tambaleante. El chico se metió dentro del parque y ella se reía y saltaba entre las ramas. Hasta que vio una figura en el lago y corrió para pedir ayuda, pero la mujer lo seguía persiguiendo. La figura le seguía haciendo señas para que viniese a él.
El chico se tiró al lago y la mujer desapareció. No le creyeron su historia, pero otra mujer vigilante confirmó su testimonio.
Puede ver esa historia aquí:
5. La mujer asesinada del Chorro de Quevedo
Un chico que vivía solo en el Chorro de Quevedo, no ponía atención a los chistes de fantasmas del lugar. Pero una mujer lo abordó y le dijo que el lugar donde vivía estaba maldito y que tenía que irse porque había una entidad allí. Le entregó una piedra.
Hasta que una mujer decía por las noches que tenía que liberarse. La vio, tenía vun vestido blanco y él preguntó por ella. Luego, una noche antes de entrar a su casa la vio en la ventana. También se le acostó al lado y le gritó por ayuda.
Comenzó a soñar con la mujer, ella discutía con su esposo. Parecían de los años 40. Él la abusaba y la golpeaba. Y ella creía que él había venido para salvarla, además de mostrarle un altar donde contactaba supuestamente con seres “de otra dimensión” para salvarla. Que así lo había invocado.
Dijo que para ayudarla él tenía que dar un alto al portal de su mundo. Ella le había dado una cadena y despertó con esta. Enfermó y sus amigos vieron que él se desdobló caminando hacia la cocina. Ahí encontró a la mujer llorando, que le contó que la amante de su marido se comunicaba con un ser maligno milenario que lo controlaba.
Lo peor fue que al mencionarlo salió una sombra enorme y todo comenzó a oler a podrido. Salían muchas voces pidiendo ayuda. Él ofreció a salvarla, pero la puerta estaba bloqueada. La mujer dijo que tenían que salir por una ventana.
El chico despertó y vieron la ventana abierta. Él y sus amigos vieron a la mujer saltar con una sábana atada al cuello. Quedó colgada y desapareció. Y ahora ellos ven la realidad alterada.
Bonus track: los espíritus salvadores del Cementerio Central
Esta historia no es de terror, sino de esperanza. En los años 80, 90, una chica se hizo amiga de una compañera autista. Sus padres fallecieron y ella quedó a cargo de su tía, que no la cuidaba muy bien.
La joven comenzó a notar que había un grupo de chicos que vigilaban a su amiga. Una vez intentaron subirla a una van blanca, pero ella espantó a los chicos. Se dio cuenta de que hablaban con la tía de ella.
Cuando ella pidió una explicación, la tía la trató mal. Y los jóvenes comenzaron a insinuar lo que le harían. Fue a peor: su amiga no volvió a clase. Ella, asustada, rompió una ventana de su casa y exigió a la tía de su amiga saber qué pasaba.
Uno de sus hijos le pasó a escondidas un dato: Cementerio Central. Allí se fue en la noche. Vio a su amiga atada en medio de un ritual, en medio de unas tumbas. También la ataron. El líder de los jóvenes, vestidos para el ritual, quería quitarle la ropa a la chica. Hasta que vio que de la tumba de “un famoso político” salió una bola de luz.
El joven se comenzó a reír, creyendo que no pasaría nada, pero de la tumba de Leo Koop y las hermanas Bodmer también salieron otras luces que comenzaron a atacar a los atacantes.
Estos gritaban que se quemaban por dentro y ella se quitó la mordaza y gritó, para llamar la atención de la policía. Todos fueron enjuiciados, incluso la tía.
Ahora la joven es muy devota a “ese político famoso”, las Bodmer y Leo Koop, porque dice que ahora son sus amigos.
Puede ver la historia aquí:
Estas historias y más, en el libro, Conexión Enigma, de Calixta Editores.
