Las imágenes de el Dalái Lama Tenzin Gyatso, líder religioso, pidiéndole a un niño que le bese la boca ha dado la vuelta al mundo y no es para menos. Un hombre de la tercera edad pidiendo a un niño que le chupe la lengua en pleno acto público debe ser condenado, y eso solo deja en evidencia que no importa la religión que se practica o la fachada de ’buena persona’ que un líder espiritual ponga como escudo, siempre saldrán a la luz casos de este estilo.
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Si bien, las religiones monoteístas como la cristiana y la católica suelen ser las mas condenadas, pues con frecuencia, en estas se destapan esta clase de abusos con mas frecuencia que en otras. Pero estas controversiales imágenes ratifican lo que por años se ha dicho y se ha comprobado en varias ocasiones: las religiones y sus líderes espirituales abusan de su poder para hacer de las suyas, no solo abusando sexualmente de los feligreses y congregados que depositan su fe con la manipulación de por medio.
Las acciones del Dalai Lama son además de inexcusables, aberrantes. El líder religioso ya ofreció disculpas, después del enorme revuelo que sus asquerosas peticiones al niño, desataron:
“Ha circulado un vídeo que muestra un encuentro reciente, en el que un chico joven le pregunta a su santidad del dalái lama si puede darle un abrazo. Su santidad desea pedir disculpas al niño y a su familia, así como a sus muchos amigos de todo el mundo, por el daño que sus palabras han causado”, se afirmó por medio de un comunicado de prensa emitido por el equipo del líder espiritual.
Pero el hecho de que el líder del budismo tibetano intente tapar con un dedo lo que hizo (y si bien es una tradición milenaria en el Tíbet saludar con la lengua, hablamos de un siglo donde ya no se permiten estas cosas con los niños) , no ha dejado de ser reprochado a pesar de sus palabras de disculpas. Estos actos han sido catalogados incluso de ser ‘abuso infantil’ y ‘violación a un menor de edad’.
Hay que recordar por ejemplo lo que hacen en el hinduísmo con las mujeres y niñas. Desde “crímenes de honor”, hasta asesinato a neonatas, o incluso, abusar de las viudas que ponen en ashrams y las ponen en condiciones de pobreza y vulnerabilidad, como se vio en la desgarradora película ‘Agua’, de 2006.
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Y este es sólo un ejemplo.
En Colombia, las iglesias no se eximen de ser expuestas a esta clase de abusos
Si bien no se han visto casos de esta índole entre los que practican el budismo y siguen al Dalai Lama por su filosofía en el país, las iglesias cristianas y católicas constantemente son motivo de escrutinio público tras ser descubiertos en actos de abusos y pederastia.
El caso mas reciente que se dio en el país fue la reactivación del caso ‘Brisa’ en contra del miembro de la iglesia cristiana ‘El Lugar de Su Presencia’, Eduardo Gutiérrez, donde la joven Brisa de Angulo Losada y su familia lo demandaron por abuso sexual, la iglesia se ha visto envuelta en enorme controversia por estos días.
Gracias a fallas en el proceso, el hombre acusado logró huir de Bolivia, lugar donde se cometieron los abusos sexuales, llegar a Colombia (aunque es de nacionalidad colombiana), y empezó a asistir y luego ejercer dentro de la Iglesia cristiana, misma que ahora se ve envuelta en escándalos gracias al aparente encubrimiento que están haciendo en contra del presunto agresor.
Y, si bien la iglesia lanzó un comunicado a la opinión pública manifestado que Gutiérrez no se encontraba vinculado a ellos desde el 2015, pruebas en redes sociales demostraron lo contrario, ya que había contenido con el nombre de Lalo Leví, su seudónimo por años.
La gente está cansada de ver como las entidades religiosas usan sus tácticas de persuasión y evasión para sus actos, y los claros comentarios al respecto de todo el mundo, desde figuras publicas hasta los propios religiosos, han hecho eco a lo ‘inmundas’ que fueron estas escenas para el mundo.
“No, lo del Dalai Lama no es excusable bajo ninguna perspectiva. Aquí en India no son aceptables su lenguaje corporal, ni el atrevimiento que tiene con el niño. Basta con ver su reacción y cómo se resiste para entenderlo.”, “Horrendo lo del Dalai Lama.. Podrán decir que es cultural, pero en este caso veo un niño incómodo y una “burla” con aplausos celebrando el hecho. Donde sea que se vea, es perturbador. “Es como si a las niñas Emberá, por ser su cultura, todo el mundo aplaudiera que les practicara la ablación”, son tan solo algunos de los reproches al respecto.
Ahora, con los presuntos abusos del Liceo Bethel, denunciados por exalumnos, se sigue destapando una olla en la que, en nombre de cualquier Dios, las peores personas se aprovechan de los más inocentes.