Piqué entre más viejo, más bobo, la decadencia de sus looks se reflejan tras la crisis de su mediana edad que ahora comparte al lado de su novia Clara Chía que es quien al parecer no solo ha tomado el control de su vida, sino también de su clóset.
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Y es que en una reciente entrevista con Ibai Llanos, el deportista reiteró que él nunca ha sido un hombre que está tras las tendencias de moda, pero su novia sí, asegurando que él es tan solo una “marioneta” que se viste con lo que suele comprarle su amada. De ahí que hoy por hoy recibe múltiples críticas por su aspecto tan despreocupado y hasta desaliñado que lo hace lucir cada vez peor.
De ahí que, los usuarios en redes no han dudado en comparar la temporada en la que el español era novio de Shakira, pues para ese entonces solía ver muy elegante, siempre impecable, tanto que siempre recibía elogios al acompañar a la cantante en las alfombras rojas en las que llegó a usar hasta costosos trajes a la medida.
Entre más viejo, más bobo: la decadencia de Piqué en sus looks y crisis de mediana edad
Es por eso que los internautas también han llegado a la conclusión que entre más viejo, más bobo luce Piqué a quien parece estarle afectando los 36 años recién cumplidos, pues la decadencia en sus looks han sido cada vez más cuestionados y hasta rechazados por quienes aún están atentos a sus apariciones en público.
Pero, también ha quedado en evidencia cómo Clara Chía ha manejado de muy mal gusto la imagen de su amado, pues lo ha hecho lucir con un aspecto muy aburrido a través de prendas oversize, desgastadas y unicolores, quitándole así el estilo que antes manejaba con Shakira.
Su transformación ha sido tan evidente que, pese a que en ocasiones él lucía atuendos relajados en sus salidas casuales con la barranquillera, éstos eran muy chic, actuales y casi combinaban con los de la intérprete de ‘Monotonía’, muy diferente a las que se aprecian hoy, pues el beige y negro son tonos que no suelta, así como los suéter muy anchos que suele combinar con zapatos deportivos, sea para cual sea cada evento u ocasión en la que él tenga que asistir.
Para muchos esto representa la decadencia total de su imagen, así como que está entrado en una etapa de crisis existencial en la que busca lucir como todo un adolescente, cuando ya está entrando en una edad más madura a la que no le rinde honores con sus looks.