Critican a Verónica Alcocer porque baila en el Carnaval y no por los puestos que reparte a sus amigos.
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Esto, porque la Primera Dama está en Barranquilla, donde se tomó una foto con Petro, y como siempre, ha hecho gala de su innegable sentido del ritmo.
Alcocer estuvo bailando en la comparsa tradicional de las marimondas del Barrio Abajo, mostrando que puede seguir la coreografía que sea.
Y claro, se dice que participará en más actividades. Ahora, algunas personas están diciendo que hace “más el oso que María Juliana Ruiz” y que “vive sabroso”, entre otras cosas que siempre le han endilgado por sus viajes y sobre todo, por ejercer su influencia política en los cargos de gobierno.
Lo de menos es que Verónica Alcocer baile en el Carnaval de Barranquilla sino los puestos que reparte a sus amigos
Alcocer ha roto un estereotipo señorial de Primeras Damas en Colombia. Porque hay que recordar que mujeres como Michelle Obama incluso han bailado para ciertas causas sociales que han apadrinado.
Y pues pese a todo, Alcocer sí que baila con desparpajo y vaya que lo hace bien. Que haya usado eso para acrecentar su influencia es otra cosa.
Además, lo que más debería criticársele y con justa razón es toda la influencia política que ha ejercido y que puso a desastres como Concha Baracaldo en el ICBF, para comenzar. Hay que decir que Baracaldo renunció luego de toda la presión mediática y social.
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Sin contar, claro, otros cargos que ha dado a sus cercanos, y que se suman a los nombramientos tan impopulares y ampliamente criticados - y también con toda la razón del mundo- por opositores y por electores ya que los elegidos no cuentan ni siquiera con las credenciales apropiadas para ejercer tales cargos.
Que baile, que no baile, lo ideal es que sea transparente y correcta con sus asuntos.